Parolin en Odessa: Comparto vuestro dolor por esta terrible guerra
Pope
El Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, ha visitado, este sábado 20 de julio, Odessa, una de las ciudades más golpeadas por la guerra que atormenta al país desde hace casi dos años y medio. Allí rezó por las víctimas, invocando una paz justa y duradera. Su presencia, como Legado Pontificio desde ayer, viernes 19 de julio, hasta el día 24, es un signo de la cercanía del Papa Francisco al pueblo ucraniano. En el encuentro con la comunidad en la catedral católica romana de la Asunción de la Santísima Virgen María, expresó palabras de agradecimiento y aliento.
Parolin, que inició el viernes 19 de julio su viaje a Ucrania desde la región occidental de Lviv y que mañana, 21 de julio, presidirá la celebración conclusiva de la peregrinación de los católicos de rito latino al santuario mariano de Berdychiv, se dirigió a la ciudad portuaria de Odessa, en el sur del país, agradeciendo la acogida dispensada desde su llegada a esta nación. Su cordial saludo se dirigió al obispo, a los sacerdotes presentes, pero también a los representantes de la Iglesia ortodoxa [nota del editor: Iglesia ortodoxa de Ucrania, proclamada autocéfala por Constantinopla en 2019], a los laicos, a los representantes de la administración, al embajador y a todas las personas que se han reunido aquí para rezar.
Ante todo, destaca que lleva la cercanía, la presencia y la bendición del Papa Francisco, que «sigue la situación con tanta atención, con tanta preocupación, con tanto dolor». A los medios vaticanos, el cardenal confiesa que nada más pisar el país del este de Europa, convulsionado por la guerra desde hace casi dos años y medio, sintió de manera especial el dolor de este pueblo. "Y mientras el obispo conmemoraba a los caídos en la guerra con una vela en la catedral, se hizo patente el dolor de los que habían perdido a sus seres queridos, dijo Parolin, y de los que habían resultado heridos". El cardenal informó que se había enterado de que «tantos quedaron minusválidos». Por ello, se une al sufrimiento «de los que lloran por la destrucción de sus bienes, de los que tuvieron que marcharse y refugiarse en otro lugar. El dolor de todos los que de alguna manera están implicados en esta terrible guerra».
Oración por una paz justa
Dolor por un lado, esperanza por otro. El estímulo del representante papal es contundente: «Creo que como cristianos no debemos perder la esperanza, la esperanza que por la gracia del Señor es capaz de tocar incluso los corazones más duros». Confía en que, «también con la buena voluntad de muchas personas, se pueda encontrar un camino para llegar a una paz justa». En esta dirección confirma el esfuerzo y el compromiso de la diplomacia vaticana. En vísperas de la fiesta de la Virgen, que se celebrará este 21 de julio en Berdychiv, anticipa que se encomendará precisamente a la Virgen, Reina de la Paz. «Ojalá que esta visita, así como las anteriores, la del cardenal Zuppi por ejemplo, puedan aportar una pequeña contribución a la construcción de la paz, de un camino de paz en esta tierra», concluye Parolin.
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