De una pastoral "para" los 箩贸惫别苍别蝉 a una pastoral "con" los 箩贸惫别苍别蝉
Debora Donnini - Ciudad del Vaticano
"Dar confianza a los jóvenes, testigos del Evangelio hoy y mañana, perlas preciosas para la Iglesia, que los considera una prioridad pastoral de estos tiempos". Es una síntesis del contenido de las "Orientaciones pastorales para la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud en las Iglesias particulares", presentadas hoy en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, cuyo objetivo es precisamente dar aún más vigor a las Jornadas Mundiales de la Juventud que se celebran cada año a nivel diocesano, junto a las internacionales que tienen lugar aproximadamente cada tres años y en las que, sin embargo, muchos jóvenes no pueden participar por varios motivos.
Nacida hace 35 años con San Juan Pablo II y relanzada por Benedicto XVI y el Papa Francisco, la JMJ es una extraordinaria oportunidad para que los jóvenes no sólo vivan una experiencia de fe y comunión, sino también para que descubran y aviven su vocación.
Los encuentros son una fuente de gracia para muchos
El impulso para redactar estas orientaciones surgió de la decisión tomada por el Papa Francisco y anunciada el año pasado, de trasladar la fecha de la JMJ diocesana del Domingo de Ramos al domingo en que cae la solemnidad de Cristo Rey; explica el padre Alexandre Awi Mello, secretario del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.
El Sínodo de los Obispos sobre "los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional" de 2018 también fue fundamental para la realización del documento. En este contexto, se ha buscado retomar algunos elementos clave que han hecho fructíferos los encuentros con los jóvenes a lo largo de los años, para ponerlos a disposición de las Iglesias particulares.
Estas "Orientaciones Pastorales" pueden, por tanto, ser de ayuda a sus pastores y a los diversos servicios de pastoral juvenil de las Iglesias particulares para enriquecer su experiencia local de la "fiesta de la juventud". Por otro lado, se recuerda que estos encuentros, nacidos de la intuición profética de San Juan Pablo II, han sido reconocidos por la mayoría como fuente de gracia para muchos jóvenes.
"¡Cuántas conversiones, cuántas vocaciones nacidas durante la JMJ!", señala el padre Mello. Según el Papa Benedicto XVI, representan un don providencial para la Iglesia, un "remedio contra la fatiga de creer", y el Papa Francisco los ha descrito como un impulso misionero de extraordinaria fuerza para toda la Iglesia y, en particular, para las generaciones más jóvenes.
La creatividad
El padre João Chagas, responsable de la Oficina de la Juventud del mismo Dicasterio, fue el encargado de ilustrar los 6 capítulos y la conclusión. En su intervención señaló que las JMJ han sido "un regalo para toda la comunidad eclesial, como confirman todos los Papas que las han celebrado". Lo ideal con respecto a la JMJ diocesana -subrayó- sería organizar un evento el mismo día que Cristo Rey. Sin embargo, por diversas razones, puede ser necesario celebrar el acto en otra fecha.
El cuarto capítulo de las orientaciones, destaca las palabras clave "creatividad/fantasía pastoral". "No estamos proponiendo -explica el padre João- un modelo unívoco que haya que seguir al pie de la letra, sino que estamos dando esencialmente pistas que cada Iglesia o realidad eclesial puede adaptar y reelaborar", según sus propias necesidades pastorales.
Confianza fundamental para poner en marcha el protagonismo
También se recuerda la importancia del Mensaje anual del Santo Padre para la JMJ, una verdadera "brújula espiritual" para los jóvenes. También se destaca la necesidad de dar confianza a los jóvenes. El Documento insta, por tanto, a superar una pastoral "para los jóvenes" en favor de una pastoral "con los jóvenes", aclara el Padre João Chagas, partiendo precisamente de las palabras del Papa Francisco, quien expresó que los jóvenes no son el futuro de la Iglesia sino su presente.
Este tema de la confianza también fue abordado por la Dra. Dorota Abdelmoula, Oficial del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. "Cuando uno da confianza, esta siempre vuelve, especialmente por parte de los jóvenes", dijo. Un ejemplo de ello es su propia historia, que con el tiempo la llevaría hasta su actual trabajo en la Santa Sede. Comenzó, de hecho, a partir de un gesto de confianza de un sacerdote que simplemente la invitó a traer su guitarra para tocar en la misa dominical: "Te necesitamos", le dijo, "y no te preocupes, lo aprenderás todo por el camino". De ahí han surgido muchas experiencias: desde la pastoral juvenil de los misioneros de La Salette hasta la organización de la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia 2016, pasando por el trabajo en la prensa católica de Polonia y ahora en la Santa Sede.
En la presentación también se señaló que estas orientaciones no sólo están dedicadas a los responsables de la pastoral juvenil, sino que se espera que sean leídas y puestas en práctica junto con los jóvenes. "Esto", afirmó Abdelmoula, "sería también un signo muy concreto de confianza, que en mi opinión es fundamental para poner en marcha el protagonismo de los jóvenes". Asimismo, sería importante -continuó- "no conformarse con tener ya un grupo de jóvenes implicados en la parroquia o en la diócesis, sino buscar cada vez más, sobre todo entre los que quizá se sienten inadecuados, indignos, incrédulos."
Diálogo por la paz
Además, en la presentación intervino Maria Lisa Abu Nassar, de 26 años, oriunda de Nazaret y coordinadora de la acogida en el Centro Juvenil Internacional San Lorenzo. La joven destacó la importancia de cultivar la esperanza, especialmente en la actualidad dada la situación en Jerusalén y en toda la zona: "Abrir la puerta al diálogo entre jóvenes de diferentes religiones". "Creo", dice, "que todos los jóvenes, a pesar de nuestras diferencias, partimos de un punto en común, buscamos algo, o más bien a Alguien, que pueda dar sentido a nuestra existencia".
Fuente de vocaciones
Por su parte, Gelson Fernando Augusto Dinis, seminarista angoleño de 24 años y estudiante de Teología Dogmática en Roma, transmitió su experiencia en estos encuentros dedicados a los jóvenes: cómo han sido importantes para su camino vocacional. "Antes de venir a Roma", cuenta, "pude participar en varias misas con motivo de la celebración diocesana de la Jornada de la Juventud, presidida por el obispo de mi diócesis, así como en varias vigilias vocacionales, algunas de las cuales se celebraron en las distintas parroquias de la diócesis, para implicar a los jóvenes. La dedicación y la cercanía de los que me guiaron me hicieron querer entrar en el seminario unos años después".
En el corazón de la Iglesia
Es fundamental, pues, que la Iglesia ponga a los jóvenes en el centro de su atención pastoral, rece por ellos, haga gestos que los hagan protagonistas, para transmitirles este gran mensaje: "Jesús os ama y estáis en el corazón de la Iglesia".
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