Cercanía de la Iglesia en el Día Mundial de los enfermos de lepra
Pope
La obra humanitaria de Raoul Follereau, junto a los enfermos de lepra, continúa hoy en día en las numerosas asociaciones inspiradas por él. Y el Papa Francisco también se detuvo en este tema, tras rezar el Ángelus dominical, en el día en que se celebra la 68ª Jornada Mundial de las personas afectadas por la enfermedad de Hansen, para dirigirse a quienes sufren, a quienes las cuidan y a todos los que deben garantizar sus derechos.
Por su parte, en el Mensaje del Cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson con ocasión de este Día Mundial, en su calidad de Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral ofrece su más sincero respeto y gratitud a quienes se dedican a “combatir la lepra” y ofrecen curación y esperanza a los que se ven afectados por la enfermedad de Hansen
Combatir la lepra
Dirigiéndose a los Presidentes de las Conferencias Episcopales, a los Obispos responsables de la Pastoral de la Salud, a los religiosos y religiosas, a los trabajadores sociales, sanitarios y agentes de pastoral, sin olvidar a los voluntarios y a todas las personas de buena voluntad, el Cardenal Turkson recuerda que la celebración de este año tiene su objetivo general puesto, precisamente, en “combatir la lepra”. Objetivo noble cuyo punto de partida es la realidad médica de que la lepra es una enfermedad que se puede curar y, sin embargo, implica algo más que una simple lucha.
Acabar con el estigma social
También tiene como objetivo – escribe el Purpurado – acabar con el estigma social que acompaña a esta difícil enfermedad y, en última instancia, contempla una recuperación integral de la persona humana. Y recuerda:
Promover la inclusión de todas las personas en la sociedad
Destaca asimismo que la Organización Mundial de la Salud señala que el estigma sigue siendo un reto para la detección precoz y el éxito del tratamiento de la lepra. Y explica que “muchos pacientes padecen todavía exclusión social, depresión y pérdida de ingresos”. Por esta razón escribe que “promover la inclusión de todas las personas en la sociedad y garantizar la integración en la comunidad, seguirán siendo prioridades. Además, el apoyo financiero y las oportunidades para participar activamente en el lugar de trabajo y en la vida económica son esenciales para las personas afectadas por la lepra y sus familias”.
Tras recordar que “la salud integral es también un imperativo para las personas afectadas por la lepra, para su bienestar mental, ya que se puede demostrar que la lepra repercute significativamente en la participación social y la salud mental, además de causar discapacidades físicas, el Cardenal termina su mensaje con las siguientes palabras en que invoca a María, salud de los enfermos:
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