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2020.05.27 - Betlemme Chiesa della natività 2020.05.27 - Betlemme Chiesa della natività 

La Natividad de Belén devuelta al afecto de cristianos y musulmanes

Después de más de ochenta días de cierre al público por la emergencia del coronavirus, ayer por la mañana la Basílica de la Natividad en Belén reabrió sus puertas. La alegría del Padre Ibrahim Faltas, consejero de la Custodia de Tierra Santa, se entrelaza con la preocupación por la grave crisis económica de la zona que vive del turismo

Giada Aquilino – Ciudad del Vaticano

Después de la Basílica del Santo Sepulcro, el domingo en Jerusalén, llega la reapertura de la Basílica de la Natividad en Belén, otro "símbolo de la esperanza del pueblo" de Tierra Santa: en el lugar donde nació Jesús hace más de dos mil años hay ahora una "emoción" especial a pesar de la "dramática" situación de la ciudad, donde "más del noventa por ciento de sus habitantes" trabajan en el sector del turismo, devastado por los efectos de la emergencia del coronavirus.

Así lo manifiesta Pope desde Belén el Padre Ibrahim Faltas, asesor de la Custodia de Tierra Santa, al referirse a la reapertura de la Basílica de la Natividad, ayer por la mañana, tras más de ochenta días de cierre al público, en el marco de las medidas de contención por la pandemia de COVID-19 establecidas por las autoridades palestinas.

Las tres comunidades de la Basílica

La decisión fue anunciada en las últimas horas por el Custodio de Tierra Santa, el Padre Francis Patton, y los Patriarcas greco-ortodoxo y armenio de Jerusalén, Theophilus III y Nourhan Manougian.

Para evitar el riesgo de nuevas infecciones, el número máximo de accesos al lugar de culto se limita actualmente a cincuenta personas, con una protección adecuada en el rostro y manteniendo una distancia de seguridad mínima de dos metros.

Sin peregrinos no hay vida

El Padre Faltas, que en el año 2002 vivió personalmente los treinta y nueve días de asedio de la Basílica por obra de doscientos cuarenta militantes palestinos que huían del ejército israelí, define este templo de la Natividad como un lugar querido “no sólo por todos los cristianos del mundo, sino también por la población local: cristianos y musulmanes de Palestina".

Un vínculo que se refuerza

Se trata de un vínculo – explica – que se refuerza en un momento de grave estancamiento económico para Belén, donde los hoteles y restaurantes siguen cerrados.

“Sin turismo, sin peregrinos no hay vida y la gente muere”

Así lo reafirma el franciscano egipcio aludiendo al período de renovada tensión en Oriente Medio, tras el anuncio de Israel de que quiere proceder a la anexión de algunas áreas de Cisjordania  a y la interrupción por parte de los palestinos de todo acuerdo con el Estado israelí y los Estados Unidos.

El Padre Faltas explica además que según la decisión del Ministerio de Salud, el número máximo de entradas está limitado a cincuenta personas, con máscaras, a una distancia segura de dos metros, con un asistente que toma la temperatura de las personas. Se puede descender individualmente a la Gruta de la Natividad, que es el corazón de la Basílica, donde hay dos escaleras, una de entrada y otra de salida, pero deben evitarse otros gestos o actos de devoción.

“Mejor no tocar nada por el momento: se reza, se visita la Basílica y después se sale de ella”

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27 mayo 2020, 14:39