Combatir el antisemitismo en el mundo, amplificado por las redes
Isabella H. de Carvalho – Ciudad del Vaticano
La Santa Sede se declara «profundamente preocupada por el aumento del antisemitismo» en el mundo y, en particular, por cómo este problema se manifiesta en línea y se amplifica gracias a la Inteligencia Artificial. Así lo afirma en una declaración el observador permanente ante la OSCE, leída por el padre Domenico Vitolo, secretario de la Nunciatura Apostólica en los países nórdicos, en la Conferencia sobre la lucha contra el antisemitismo en la región de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, que tuvo lugar en Helsinki los días 10 y 11 de febrero.
En particular, la Santa Sede subraya la importancia del papel de la educación y de los «expertos en tecnología» para combatir «la ignorancia, los prejuicios y los estereotipos», generar «un sentimiento de respeto hacia las comunidades judías» y crear una tecnología al servicio de la «dignidad humana».
Un problema amplificado por internet
En la declaración se señala que todos los datos disponibles confirman un aumento mundial de la «intolerancia» motivada por el antisemitismo, especialmente desde los atentados del 7 de octubre y el conflicto de Gaza, que han «desatado una ola de discriminación y odio antisemita y anti-musulmán».
El antisemitismo se manifiesta hoy de diversas formas, como la «negación», la «banalización» o la «minimización» del Holocausto, o «la justificación de episodios de odio contra los judíos», o incluso «el crecimiento de movimientos que tienen como objetivo a los judíos e incitan sentimientos de odio contra ellos y, sobre todo, al homicidio».
El comunicado advierte de que las expresiones de esta problemática encuentran más espacio con Internet, las redes sociales y la Inteligencia Artificial: «El contenido antisemita en las redes sociales tiene una audiencia global y puede convertirse fácilmente en viral gracias a la amplificación algorítmica, con un efecto multiplicador sin precedentes», se lee.
«Este preocupante fenómeno se ve agravado por la Inteligencia Artificial que puede generar 'contenidos manipulados e informaciones falsas que pueden inducir fácilmente a error a las personas por su parecido con la verdad' con el objetivo de engañar o causar daño», prosigue, citando el reciente documento de los Dicasterios para la Doctrina de la Fe y para la Cultura y la Educación «Antiqua et Nova. Nota sobre la relación entre inteligencia artificial e inteligencia humana».
Los derechos humanos deben protegerse off-line y on-line
El observador permanente ante la OSCE reitera que «la libertad de expresión, como cualquier otro derecho humano, conlleva responsabilidades que no pueden descuidarse» y que «los mismos derechos que tienen las personas off-line deben protegerse on-line».
La Santa Sede subraya, por tanto, que «contrarrestar el ciberodio» y las «falsedades» generadas por la IA requiere el compromiso de los «expertos en el campo» de la tecnología, especialmente de quienes prestan servicios de internet y redes sociales, para que puedan crear una tecnología al servicio de la «dignidad humana» que promueva «la paz y no la violencia». Una herramienta que puede ayudar a contrarrestar este fenómeno son los «códigos de conducta», si se aplican correctamente, así como la intervención del Estado en las circunstancias que lo requieran.
La importancia de la educación
La Santa Sede reiteró también en la conferencia de Helsinki la importancia de la educación en la lucha contra el antisemitismo para ayudar a la gente a conocer a fondo el problema y la historia y generar «un sentimiento de respeto hacia las comunidades judías».
«El antisemitismo y la discriminación sólo pueden combatirse de forma eficaz y duradera mediante un enfoque educativo adecuado», continúa la declaración. La ignorancia, los prejuicios y los estereotipos contribuyen al antisemitismo en nuestras sociedades; la educación puede construir un baluarte contra ellos haciendo que nuestra sociedad – y en particular los niños y los jóvenes – sea consciente de nuestra responsabilidad común de proteger la dignidad humana de todas las personas».
De ahí la garantía del «compromiso de promover el diálogo ecuménico e interreligioso a diversos niveles», especialmente «entre la Iglesia católica y el pueblo judío». A través de la Comisión para las Relaciones Religiosas con el judaísmo, se garantiza «el diálogo», «el respeto mutuo», «el crecimiento de la amistad» y «un testimonio común ante los desafíos de nuestro tiempo, que nos urgen a trabajar juntos por el bien de la humanidad».
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