Hospital Pediátrico del Vaticano implanta novedosa válvula para el corazón
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Se llama "reloj de arena" porque es un dispositivo que recuerda la forma, compuesto por un stent autoexpandible y una válvula pulmonar, que se aplica como salvavidas en casos de cardiopatías congénitas graves. El Hospital Pediátrico Bambino Gesù del Vaticano operó a 5 pacientes, con edades comprendidas entre 15 y 40 años, que padecían tetralogía de Fallot, posicionándose como un centro sanitario pionero en Europa en este tipo de intervenciones.
Primeras intervenciones tras la luz verde de la UE
Se trata de las primeras intervenciones en Europa realizadas tras la obtención del marcado CE (autorización de conformidad de la Unión Europea). "Este procedimiento mínimamente invasivo nos permite evitar la cirugía a corazón abierto en sujetos particularmente frágiles debido a su historial médico, reduciendo así los riesgos y mejorando su calidad de vida. Los pacientes pueden ser dados de alta después de sólo 2-3 días", explica el doctor Gianfranco Butera, jefe de la unidad de Cardiología del hospital del Vaticano. Las prótesis valvulares, que compensan el mal funcionamiento de la válvula pulmonar responsable de enfermedades como la estenosis pulmonar o la tetralogía de Fallot, se implantan tradicionalmente mediante operaciones con un fuerte impacto en el paciente o con técnicas endoscópicas que a menudo resultan especialmente difíciles o poco prácticas. El camino inaugurado al Bambino Gesù es, por tanto, un notable paso adelante.
La proporción de pacientes operables aumenta a un 80 por ciento
Se realizó un primer implante, realizado en junio de 2023 a una joven de 21 años, que fue autorizado "en modo compasivo". Durante las intervenciones recién realizadas estuvieron presentes especialistas de centros de excelencia europeos como Dublín, Munich y Varsovia. El dispositivo (Alterra Adaptive Perstent) está diseñado para reducir el diámetro del flujo de salida derecho dilatado mediante una válvula pulmonar estándar insertada dentro del stent. Esta tecnología permite tratar dilataciones de salida derecha de hasta 42-44 mm, frente a los 29 mm que se pueden gestionar con los dispositivos tradicionales. Además, si bien las válvulas biológicas requieren reemplazo periódico debido al deterioro, el componente metálico del “reloj de arena” es duradero y permite, en el futuro, la inserción de nuevas válvulas hemodinámicamente sin intervenciones quirúrgicas invasivas. "Gracias a este dispositivo - añade Butera - podemos tratar aproximadamente al 70-80% de estos pacientes de forma mínimamente invasiva frente al 40% actual".
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