Gallagher: La fraternidad humana es el ¨²nico camino hacia la paz
L'Osservatore Romano
El Documento sobre la fraternidad humana para la paz mundial y la convivencia común, firmado en febrero de 2019 durante la visita del Papa Francisco a los Emiratos Árabes Unidos, hoy más que nunca ¡°apela a la solidaridad humana¡± instando a los responsables políticos internacionales a ¡°detener el derramamiento de sangre inocente, con la convicción de que, en nombre de Dios y de la humanidad, es posible realizar un cambio positivo¡± y reconciliar ¡°dos realidades históricas¡± como Oriente y Occidente.
La conferencia ¡°Hacerse prójimo¡±
Así lo subrayó el arzobispo Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales, al intervenir en Roma en la sede de la Asociación Internacional de Misioneros de la Caridad Política, donde el martes 5 de noviembre se celebró una conferencia sobre el tema ¡°Hacerse prójimo, entre Occidente y Oriente, a través del intercambio y el diálogo de las culturas¡±, inspirada en la llamada ¡°Declaración de Abu Dhabi¡±, firmada por el Pontífice y el Gran Imán de Al Azhar en la capital emiratí. Tras agradecer a Alfredo Luciani -presidente fundador de la asociación que promueve obras destinadas a la formación moral y cultural de quienes pretenden dedicarse a actividades políticas y sociales- la transmisión de los saludos del Pontífice, el prelado observó cómo el llamamiento contenido en el ¡°Documento sobre la fraternidad humana¡± sigue tres directrices fundamentales y compartidas.
La cultura del diálogo como camino
En primer lugar, la relativa a la cultura del diálogo como camino: ésta, explicó Gallagher, ¡°es esencial para construir puentes de comprensión y colaboración¡±. Por ello, ¡°sólo quien tiene sólidas raíces culturales y religiosas puede afrontar sin miedo el encuentro y la confrontación¡±, para una oportunidad de enriquecimiento mutuo y crecimiento personal. Una identidad fuerte, de hecho, ¡°no teme la apertura al otro, no se encierra en esquemas rígidos ni se alimenta de la autoafirmación¡±, que a menudo se traduce en percibir al prójimo como enemigo o amenaza.
La colaboración común como conducta
La segunda directriz es la colaboración común como conducta, ya que ¡°cooperar no es un acto secundario, sino una condición indispensable para construir una sociedad que ponga en el centro la dignidad humana y el bien común¡±, señaló el arzobispo.
En concreto, el documento hace hincapié en el derecho a la vida y a la libertad religiosa, cuyo reconocimiento, recordó, fue largo y arduo, hasta el punto de que ¡°hubo que esperar al Concilio Vaticano II para verlo claramente afirmado en la Dignitatis humanae¡±.
El conocimiento recíproco como método
Por último, el conocimiento recíproco como método y criterio, es decir, comprender ¡°al otro en profundidad, no sólo superficialmente¡±: esto permite construir relaciones auténticas y duraderas y ¡°ver la diversidad como riqueza, abandonando los prejuicios que limitan nuestra capacidad de convivir pacíficamente¡±. Es por tanto imperativo, señaló el prelado, captar ¡°la comprensión profunda de las propias raíces, así como de otras pertenencias culturales y religiosas¡± contra toda forma de fundamentalismo y mirando hacia la paz. Sobre esta base, insistió Gallagher, ¡°los dos pulmones de Oriente y Occidente, como los definió San Juan Pablo II en relación con el cristianismo, deben respirar en armonía y sincronía, conscientes de que siempre hay algo que aprender de cada uno¡±.
Rechazar la ¡°cultura del descarte¡±
En esencia, como el Buen Samaritano, prosiguió el Secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales, es necesario hacerse cercano al otro, rechazando la ¡°cultura del descarte¡± en la conciencia de que la fraternidad ¡°no conoce límites, etiquetas, círculos o pertenencias¡±, sino que descansa firmemente en el concepto de misericordia: abordado, además, de manera incisiva por el Papa Francisco en la bula Misericordiae Vultus, ésta, añadió el arzobispo, ¡°representa, tanto en términos teológicos como antropológicos, una brújula fundamental para orientarse en el necesario 'cultivo' de lo humano, aspecto del que la sociedad tiene hoy absoluta necesidad¡±.
Paz y diálogo en el Magisterio de los Papas
Esta llamada a la compasión y al cuidado mutuo, dijo, ¡°exige la adopción de buenas prácticas de proximidad, que puedan responder a las necesidades de los más vulnerables¡±.
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