Congreso sobre los ³¾¨¢°ù³Ù¾±°ù±ð²õ analiza el odio a la fe
Edoardo Giribaldi - Ciudad del Vaticano
"El odio contra la fe", analizado a través de las historias de mártires de todo el mundo. Sus muertes, a menudo "en silencio" y no cubiertas por los medios de comunicación, son "una semilla preciosa que germina" en las comunidades cristianas, que proponen iniciativas para dar voz a quienes han dado la vida "teniendo en los labios" el perdón a sus verdugos. Estos fueron los temas que centraron la segunda jornada de la conferencia "No hay amor más grande. El martirio y la ofrenda de la vida", organizado por el Dicasterio para las Causas de los Santos en el Instituto Patrístico Augustinianum.
Tras la intervención inicial de monseñor Alfonso Amarante, rector de la Pontificia Universidad Lateranense, una serie de ponencias examinaron los casos y las razones de episodios de martirio en diversos contextos sociales y geográficos.
"Una semilla preciosa que germina" en Europa
El odio "contra la fe en Europa en la época moderna y contemporánea" fue analizado en el discurso de Jan Mikrut, sacerdote polaco y profesor de Historia de la Iglesia y Patrimonio Cultural en la Pontificia Universidad Gregoriana. "El sacrificio de la vida del mártir, dijo Mikrut, fue, y sigue siendo hoy, una preciosa semilla que germina¡± y una ¡°forma de testimonio¡± común también a otras confesiones y religiones, que a veces suscita ¡°tiempos complejos y controvertidos¡±. Se repasaron los mártires de la revolución francesa, de las guerras mundiales y de la España franquista.
Junto a estos testimonios, el sacerdote polaco situó algunos casos concretos, como el del padre Jerzy Popie?uszko, que "pronto resultó incómodo" para el gobierno polaco a principios de los años 80 por sus "sencillas homilías en el espíritu del patriotismo nacional", por lo que fue torturado, asesinado con una "soga al cuello" que "le impedía respirar" y finalmente arrojado al río Vístula. La conclusión de Mikrut considera el martirio no sólo como un "hecho histórico", sino "también presente hoy en la vida de diversas comunidades de todo el mundo".
Morir con el perdón en los labios en Asia
Los casos de martirio en Asia han sido examinados por Paolo Affatato, responsable de la redacción de la agencia Fides que cubre el continente. Son numerosas las historias de agentes pastorales y misioneros asesinados "muy a menudo en silencio, en rincones remotos de la tierra". Entre ellos, el padre Joseph Tran Ngoc Thanh, sacerdote dominico de la diócesis de Kon Tum, en Vietnam, asesinado a tiros mientras escuchaba a los penitentes en el confesionario, pero con "el perdón aún en los labios, dirigido al verdugo, incluso antes de exhalar su último suspiro, emitido el 29 de enero de 2022".
Además, Akash Bashir, un joven pakistaní que, a las puertas de la iglesia de San Juan de Lahore, se dio cuenta de que un "terrorista kamikaze quería entrar en la iglesia durante la concurrida misa dominical, lo detuvo, lo abrazó -abrazando simbólicamente a la hermana muerte- y saltó por los aires con él, impidiendo una masacre". Historias muy a menudo "no cubiertas por los medios de comunicación locales" que en los archivos de Fides, desde hace 25 años, cuentan 101 fieles "que han bañado con su sangre el suelo asiático".
Los ámbitos del martirio en África
El mismo ámbito, aplicado a África, fue revisado por el padre Aimable Mosoni, profesor de la Pontificia Universidad Salesiana. El sacerdote identificó cuatro ámbitos en los que suelen producirse los martirios: el sociopolítico, prevalente en el contexto africano desde que la evangelización ha ido "de la mano" de la colonización, o el sociocultural, en el que el odium fidei "puede desatarse contra valores cristianos como la virginidad, la caridad o la justicia social".
Las religiones tradicionales africanas se han sentido a menudo "defraudadas por la expansión del cristianismo en África". Por último, el aspecto del fundamentalismo musulmán, que se ha recrudecido en los últimos años "bajo la bandera de Al Qaeda e Isis". Asimismo, para este continente se mencionan numerosas historias dramáticas de mártires, que convergen en el deseo "de instrucción de las causas super martirio en África".
La vida normal de los que dieron su vida en América
Por último, el contexto americano fue examinado por Gianni La Bella, profesor de la Universidad de Módena y Reggio Emilia. Citó el "triste récord" del mayor número "de cristianos asesinados de forma violenta" registrado en América Latina en los últimos 25 años, unos 184. El último hace apenas unas semanas, el padre Marcello Pérez, asesinado en San Cristóbal de las Casas (México) por dos individuos en moto y con pasamontañas. "A ellos, subraya La Bella, hay que añadir lo que podríamos llamar 'los soldados desconocidos de la fe', de los que probablemente nunca tendremos noticias ciertas".
Los rasgos comunes de los mártires son "la normalidad de la vida" en un contexto sociopolítico marcado, a nivel continental, "por la peculiaridad de ciertos fenómenos dramáticos". Aquí están, pues, "los mártires de la violencia generalizada", los "del medio ambiente", de los "derechos humanos", los que han muerto "por amor a la humanidad", "por la paz y el diálogo" y, por último, "los que han hecho un don gratuito y consciente de su vida, los mártires a causa de Covid".
Testigos ortodoxos de la fe
Por la tarde, se abordó el tema del martirio en otras confesiones cristianas. El protopresbítero Sergio Mainoldi ilustró el punto de vista ortodoxo afirmando que el martirio "es patrimonio del pueblo fiel a través del culto a los mártires individuales, a través de los cuales la Iglesia ortodoxa alimenta una conciencia viva" del martirio mismo, que "se realiza a través de la memoria litúrgica de los mártires, que alimenta y se nutre de la devoción popular" en relación con ¡°mártires antiguos, titulares de importantes iglesias y catedrales, cuyas reliquias son objeto de veneración¡±, como San Jorge Triunfante o San Demetrio de Tesalónica, Santa Eufemia o las santas romanas Anastasia, Tatiana, Santa Catalina de Alejandría o Santa Marina de Antioquía (patrona de las parturientas) o Santa Bárbara. A su vez, se recuerda a los nuevos mártires, un centenar de testigos de la fe que se cuentan a partir del siglo XVII.
Mártires valdenses
El profesor Daniele Garrone, presidente de la Federación de Iglesias Evangélicas de Italia, habló sobre el tema del martirio en el protestantismo. "El punto de partida no sólo de las primeras reflexiones sobre el martirio, sino también de un verdadero martirologio, son los primeros partidarios de la Reforma condenados a muerte", dijo, ilustrando a continuación una serie de textos que documentan cómo ¡°los valdenses se elevan al papel de ¡±pueblo mártir', al ser considerados herejes en la Edad Media, y como Iglesia reformada italiana en el siglo XVI".
La realidad africana
El padre Aimable Musoni, profesor de la Pontificia Universidad Salesiana, se centró en el odio contra la fe en África. Evocó, desde los primeros siglos del cristianismo, a los mártires Scillitani, Felicidad y Perpetua, a Cipriano de Cartago, y desde los tiempos modernos y contemporáneos a los mártires de Uganda, a la misionera italiana Leonella Sgorbati y al joven laico de la Comunidad de Sant'Egidio cruelmente asesinado en Goma. El estudioso subrayó a continuación que la motivación que "justifica el martirio es ante todo el odium fidei", pero que "a menudo la muerte se inflige también a causa de alguna virtud particular referida a Dios, siempre sobre la base de la fe en Él", en particular "la virtud de la castidad o la defensa de la propia virginidad" o la virtud de la justicia.
En el continente africano, en la época moderna, parece ser la esfera sociopolítica en la que se producen muchos casos de martirio, observó Musoni, "donde la colonización y la evangelización han ido a menudo de la mano" y los "diferentes métodos de evangelización no siempre han favorecido el respeto y la promoción de la dignidad humana, al haber sido vehículos del imperialismo occidental y de la presunta superioridad cultural correlativa". La trata de esclavos, el colonialismo, el neocolonialismo y la introducción del islam y el cristianismo, que se enfrentaron a las religiones locales, introdujeron una cosmovisión diferente, alterando "el equilibrio y la coherencia de aquellos valores culturales en los que se basaba la espiritualidad de los pueblos", señaló el docente.
En los tiempos modernos, pues, "no faltan las persecuciones contra los cristianos acusados de inconformistas" por los valores que viven, y también "el fundamentalismo musulmán, bajo la bandera de Al Qaeda e Isis", precisó Musoni. Describió, en particular, la situación en el norte de Nigeria y en Camerún, donde "la organización terrorista yihadista Boko Haram, especializada en secuestros masivos, a menudo sin distinción de religión, no da tregua", y en el sur de Somalia, Kenia y Uganda, donde opera la organización suní Al-Shabaab. Frente al "misterio de la iniquidad", el "misterio de la cruz" demuestra "que Dios sigue siendo siempre el Dios de la vida, y por eso la situación actual en África nos invita a creer en la vida nueva que ha brotado del 'misterio pascual'", concluye el profesor salesiano, que considera "necesario promover la educación de la Causa super martyrio en África".
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