Tutela Minorum: Próximo informe anual sobre la respuesta a los abusos
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La Pontificia Comisión para la Protección de los Menores prepara el lanzamiento del Informe anual piloto sobre las políticas y procedimientos de protección en la Iglesia católica. El informe se debatió durante la asamblea plenaria de otoño celebrada en Roma del 7 al 11 de octubre, cuyas sesiones de trabajo se dedicaron también a reforzar la capacidad local de salvaguardia a través de la Iniciativa Memorare y a examinar y revisar las políticas en el marco de las Directrices Universales.
El objetivo del Informe Anual
En un comunicado, la Pontificia Comisión explica que el objetivo del Informe Anual, solicitado por el Papa Francisco en 2022, es proporcionar una evaluación de la naturaleza y la eficacia de las políticas y procedimientos de salvaguardia en la Iglesia y ofrecer recomendaciones para la mejora continua. La plenaria también revisó el Instrumentum Laboris, el borrador para el próximo informe que cubrirá el año calendario 2024/2025, que se espera sirva como mecanismo para un cambio sostenible y verificable en el enfoque de la Iglesia Católica sobre el ministerio de la tutela.
Colaboración con las Iglesias locales
Con respecto al desarrollo de las Líneas Guías Universales, se revisaron los comentarios recibidos de las Iglesias locales hasta la fecha y la fase piloto en curso en colaboración con las Iglesias de Costa Rica, Zimbabue, Polonia y Togo. El próximo paso será integrar los resultados de esta fase en un marco de protección consolidado, que sigue siendo el principal objetivo estratégico a largo plazo. La plenaria evaluó también los resultados de las reuniones con 13 conferencias episcopales celebradas en los últimos seis meses, con ocasión de las visitas ad Limina a Roma. Estas reuniones brindan la oportunidad de conocer los procedimientos locales de salvaguardia y de identificar a las iglesias locales que carecen de recursos para prestar la asistencia adecuada. A la luz de todo ello, la asamblea evaluó el programa de desarrollo de la capacidad de tutela, la Iniciativa Memorare, y su adecuación a los requisitos esbozados en la . La Iniciativa, cuyo objetivo es ayudar a las Iglesias locales a establecer estructuras para recibir y tramitar las denuncias de forma transparente y responsable, y proporcionar servicios profesionales de apoyo a quienes han sufrido abusos, está actualmente activa en varias conferencias episcopales nacionales y conferencias de religiosos de América Latina, África y Asia. El programa también se iniciará en breve con otras 12 iglesias locales.
Trabajo con el Dicasterio para la Doctrina de la Fe
Por último, los miembros de la Comisión recibieron información actualizada sobre varias reuniones institucionales celebradas durante los meses de verano en la Curia Romana, incluidas las mantenidas con el Dicasterio para el Clero, el Dicasterio para los Obispos, el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, y el Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. Durante la misa de apertura de la plenaria, el 7 de octubre, el presidente de la Comisión, el cardenal Seán Patrick O'Malley, subrayó en su homilía que los que «sufren tienen un derecho especial a nuestro amor» y que «la Comisión tiene la oportunidad y la obligación de hacer de la Iglesia una Iglesia más samaritana». La plenaria, a la que asistieron 30 miembros expertos y personal de los cinco continentes, fue la primera reunión bajo la dirección de monseñor Luis Manuel Ali Herrera, secretario de la Comisión, y Teresa Kettelkamp, secretaria adjunta, nombrados por Francisco la pasada primavera. A la reunión asistió también el arzobispo John Kennedy, secretario de la Sección Disciplinar del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, acompañado por el padre Robert Geisinger, promotor de justicia, y el padre Brian Taylor, funcionario del dicasterio, con quienes se discutieron los procedimientos actuales para tratar los abusos sexuales en la Iglesia y el desarrollo de directrices sobre protección. Esta participación fue una expresión de unidad en los esfuerzos de prevención y brindó la oportunidad de explorar una colaboración continuada entre el dicasterio y la Comisión. «Nos hemos asegurado de que la protección esté y esté siempre presente en la vida de la Iglesia», dijo el Cardenal O'Malley a la asamblea. «Aunque todavía no se han alcanzado todos nuestros objetivos, seguiremos insistiendo en la reforma allí donde identifiquemos fallos sistémicos. Nuestros esfuerzos han marcado una diferencia significativa», dijo el cardenal, “y quizá lo más importante es que son un signo de esperanza y solidaridad para quienes han sufrido abusos y para sus seres queridos».
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