"Con mis ojos" se titula el Pabellón del Vaticano en la Bienal de Arte de Venecia
Maria Milvia Morciano - Ciudad del Vaticano
"Cuando le mostré al Papa Francisco el proyecto del pabellón de la Santa Sede para la próxima Bienal de Arte de Venecia, me respondió: 'Yo también iré con mis propios ojos'", ha revelado el cardenal José Tolentino de Mendonça, Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación de la Santa Sede y comisario del Pabellón, durante la rueda de prensa de presentación, ayer, del espacio expositivo de la Santa Sede en la 60ª Exposición Internacional de Arte - La Biennale di Venezia, que estará abierta al público del 20 de abril al 24 de noviembre de 2024. Y en efecto, el título del pabellón vaticano es "Con mis ojos", que se celebrará en un lugar excepcional y verá el "hecho revolucionario de que un Pontífice venga a ver el pabellón", como dijo Chiara Parisi, que junto con Bruno Racine forma el equipo curatorial de la exposición.
Será un momento histórico porque Francisco será el primer Papa que visite la Bienal de Venecia, el próximo 28 de abril, "lo que demuestra claramente el deseo de la Iglesia de consolidar un diálogo fecundo y estrecho con el mundo de las artes y la cultura", explicó además el Cardenal de Mendonça.
Un lugar excepcional
El lugar elegido es también bastante excepcional y "aparentemente inesperado": la cárcel de mujeres de la isla de la Giudecca. El cardenal explica a continuación las razones de las elecciones que han guiado el diseño del Pabellón, razones que llevan a una inmersión de uno en el otro y se vuelven consecuentes, lógicas. Nacen de la necesidad de traducir en la práctica las palabras del Papa, a partir, sobre todo, de su Discurso a los artistas, pronunciado el 23 de junio en la Capilla Sixtina, donde les invitó a no olvidar a los pobres, a los que viven en duras condiciones de vida, que no tienen voz para hacerse oír y, por ello, les invitó a "hacerse intérpretes de su grito silencioso".
De la espera a la vida activa
Ocasiones que forman coincidencias, como el hecho de que, al igual que la Bienal, también hayan pasado 60 años desde la primera proyección de la película de Pasolini, "El Evangelio según San Mateo", y las tantas veces recordadas palabras del Pontífice sobre las obras de misericordia, "que no son temas teóricos, sino testimonios concretos", y en este caso: "Estaba en la cárcel y viniste a verme", sigan siendo de Mateo.
"La cárcel es un lugar inesperado donde la espera es un sentimiento permanente", dice Giovanni Russo, jefe de departamento del Ministerio de Justicia - Departamento de Administración Penitenciaria y socio institucional: transformar la espera en una vida diferente y activa, llamando para este proyecto a los reclusos a "ver con sus propios ojos" y a participar en primera persona, persiguiendo el compromiso con la salvación de cada persona, "orientando la brújula del Departamento hacia la dirección y formación de las conciencias", concluye Russo. Era necesario elegir, para la Santa Sede, que no tiene pabellón propio, un lugar que ya contuviera un mensaje en sí mismo", afirma el comisario Bruno Racine.
Un proyecto "alegre
La respuesta de los reclusos fue inmediata y apasionada, que no cedieron solo su espacio físico para permitir la celebración del evento, sino que participaron activamente. Los artistas, asimismo, "nos abrumaron con propuestas y entusiasmo", añade el comisario Parisi, que prosigue: "Se creó una relación de gran confianza entre todos ellos, con la idea de apoyarse mutuamente en un gran 'proyecto alegre' unitario". Los nombres de los artistas son de una grandeza absoluta en el panorama del arte contemporáneo mundial: Maurizio Cattelan, Bintou Dembélé, Simone Fattal, Claire Fontaine, Sonia Gomes, Corita Kent, Marco Perego & Zoe Saldana y Claire Tabouret, quienes, excepto la legendaria Corita Kent ya fallecida, todos estarán en Venecia para comisariar y exponer sus obras.
Derribar los prejuicios con la fuerza de la mirada del otro
Las visitas al Pabellón, previa cita, correrán a cargo de los responsables de la conferencia. Esto, destacaron los ponentes en la rueda de prensa, representa un verdadero reto: superar el deseo de voyeurismo y juicio hacia los artistas y los propios presos, erosionando las fronteras entre observador y observado, juzgador y juzgado, para reflexionar también sobre las estructuras de poder en el arte y las instituciones. Una vez más la protagonista es la mirada, y sólo con sus ojos, dejando sus teléfonos móviles en la entrada, los visitantes podrán acceder a la exposición.
Construir la mirada social, cultural y espiritual
Volviendo al título del Pabellón, el Cardenal de Mendonça explica que "no es casualidad que el título, "Con mis ojos", pretenda centrar nuestra atención en la importancia de cómo construimos nuestra mirada social, cultural y espiritual, de la que todos somos responsables. Vivimos en una época, marcada por el dominio de lo digital y el triunfo de las tecnologías de la comunicación a distancia, que proponen una mirada humana cada vez más diferida e indirecta, corriendo el riesgo de que se aleje de la propia realidad. La contemporaneidad prefiere metaforizar la mirada; en cambio, ver con los propios ojos confiere a la visión un estatuto único, porque nos implica directamente en la realidad y no nos convierte en espectadores, sino en testigos. Esto es lo que la experiencia religiosa tiene en común con la experiencia artística: ninguna de las dos deja de valorar la implicación total del sujeto".
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