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Senegal y la Santa Sede juntos para colaborar en objetivos comunes como "la noble causa de la paz y la justicia en el mundo", empezando por las regiones del Sahel, la gestión responsable de la casa común "garantía" del futuro de la humanidad, el calentamiento global y la justa distribución del agua, la cuestión migratoria ante tantas pérdidas humanas entre mujeres, niños y ancianos. El cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado vaticano, visita Senegal con ocasión de la consagración, hoy 9 de diciembre, de un nuevo santuario mariano nacional en Popenguine, ciudad costera al sur de Dakar. Bautizado con el nombre de Notre-Dame-de-la Délivrande de Popenguine, el santuario alberga desde 1889 una estatua de la Virgen Negra particularmente venerada por la comunidad católica senegalesa. La estatua fue bendecida por Juan Pablo II durante su visita al país africano en 1992.

Relaciones diplomáticas fructíferas

Durante su viaje, Parolin se reunió con el ministro del Interior del país y otros ministros en un encuentro bilateral. Ante los medios de comunicación locales, leyó a continuación una declaración en la que, citando los "mejores deseos de paz y fraternidad" del Papa Francisco al gobierno y al pueblo de Senegal, recordó las "excelentes y fructíferas relaciones diplomáticas" establecidas desde hace más de sesenta años y "fundadas en el respeto mutuo, la tolerancia y la fraternidad, así como en una acción común centrada en la dignidad y el bien de toda persona, especialmente de los más vulnerables, y en sus necesidades, exigencias y expectativas materiales y espirituales".

Soluciones pacíficas a los conflictos

El Secretario de Estado habló a continuación de "objetivos comunes", empezando por "la preocupación por el destino de la humanidad y la estabilidad, incluidos los países del continente africano", y luego de "la búsqueda constante de un diálogo sincero y fraterno para encontrar soluciones pacíficas y justas a los conflictos internacionales en curso". "Todo esto requiere una sociedad justa y funcional que respete la dignidad humana y los derechos fundamentales de las comunidades y de cada individuo", afirmó el purpurado.

La cuestión de los migrantes

A continuación se detuvo en la cuestión de los migrantes, "un tema de gran preocupación, sobre todo por la pérdida de tantas vidas humanas, especialmente entre los más frágiles: mujeres, niños y ancianos". Parolin también expresó la misma preocupación por "todo lo que concierne al calentamiento global y la cuestión conexa de la justa distribución del agua", asegurando, sin embargo, "la confianza en los esfuerzos de la hidrodiplomacia internacional para encontrar las soluciones adecuadas". En este contexto, "la administración responsable de nuestra casa común es la garantía para la supervivencia y el futuro de toda la humanidad", subrayó el cardenal.

Cooperación con la Iglesia católica

Por último, aseguró, en nombre del Papa y de la Iglesia católica senegalesa, "la firme voluntad de colaborar por el bien de todos, en un espíritu de respeto mutuo, para favorecer el diálogo, la amistad y la cooperación interreligiosa, para una convivencia cada vez más pacífica y justa para todos". A continuación, agradeció al presidente Macky Sall "la atención prestada a la labor de la Iglesia católica en los ámbitos de la educación y la sanidad" y también "por haber aceptado incluir los santuarios marianos nacionales y diocesanos, lugares de culto de la Iglesia católica, en el proyecto de modernización de las ciudades religiosas".

Superar las adversidades

De ahí un deseo final: "Nuestra fe en Dios, que es Amor y misericordia, debe permitirnos superar todas las adversidades y divisiones que puedan amenazarnos", espera Parolin, "Dios nos llama a superarlas buscando la fraternidad universal".