蜜桃交友

Alessandro Di Bussolo - Ciudad del Vaticano

"Cada vez que el hombre pretende erigirse en dueño de la historia, usurpando el lugar de Dios que es el Señor de la historia, acaba sembrando las semillas de la muerte". Y el poder político "cuando no se pone al servicio del bien común, del bien de todos y cada uno, puede acabar sacrificando a grupos enteros de personas". Con estas palabras, el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, en la homilía de la misa de conmemoración de las víctimas de la tragedia del genocidio del Holodomor, entre 1932 y 1933 en Ucrania, se refirió a aquel drama, querido por Stalin, que causó millones de muertos, pero también "a la despiadada guerra en curso, que comenzó hace 21 meses".

Un "genocidio por hambre" que se ha cobrado millones de víctimas

Parolin, en la basílica romana de Sant'Andrea della Valle, junto a los concelebrantes, el cardenal Claudio Gugerotti, prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, y el exarca de la Iglesia greco-católica ucraniana en Italia Dionisio Lakhovycz, recordó en la oración a las víctimas "del genocidio por inanición" que tuvo lugar hace 90 años en el país del Este europeo. Y reiteró "nuestro afecto humano y cristiano por las innumerables personas que perdieron la vida en la guerra despiadada" que comenzó con la agresión del ejército ruso. En presencia del embajador de Ucrania ante la Santa Sede, Andrii Yurash, que organizó la celebración junto con la Soberana Orden Militar de Malta, otros diplomáticos y numerosos fieles, todos ellos ataviados con la espiga y el lazo amarillo-azul, símbolo de la tragedia del Holodomor, el Secretario de Estado vaticano explicó que la figura de San Clemente Papa, tercer sucesor de San Pedro, cuya memoria litúrgica se celebra hoy, y martirizado en Chersoneso Taurica, Crimea, expresa "el vínculo especial del pueblo ucraniano con la Sede Apostólica y con el Papa Francisco" que lleva al amado pueblo en su corazón y "desea expresarle, tan duramente probado por la guerra, su sentida cercanía". 

Las fuerzas del mal y la persecución religiosa

A continuación, el cardenal comentó la Palabra de Dios en la liturgia "que siempre sorprende por su actualidad". La rebelión de los Macabeos contra la sangrienta persecución lanzada en Israel por el rey Antíoco IV Epífanes, relatada en la primera lectura del miércoles 23 de noviembre, muestra de hecho que "no conoce límites de espacio ni de tiempo" el fenómeno del hombre que pretende erigirse "en dueño de la historia" en lugar de Dios, sembrando la muerte. Y que "las fuerzas del mal encuentran en las persecuciones, sobre todo religiosas, una de sus manifestaciones constantes". Un escenario muy triste, evocando el Holodomor, es el del poder político que, si no se pone "al servicio del bien común", puede acabar sacrificando a grupos enteros de personas e "incluso correr el riesgo de imponerse a las conciencias de los ciudadanos, discriminando a quienes siguen tradiciones y costumbres no compatibles con su propio proyecto de sociedad".

El Evangelio: "Tus enemigos te rodearán de trincheras"

Por desgracia, son escenarios que, subrayó Parolin, "no han faltado tampoco en el recorrido histórico del pueblo ucraniano, que ha conocido y sigue conociendo páginas terribles de opresión y sufrimiento, como la que hoy recordamos". E incluso las palabras de Jesús en el Evangelio del día parecen "hacerse eco de los boletines bélicos contemporáneos" en Ucrania, con "los horrores que está viviendo", cuando se refiere a "Ya vendrán días en que tus enemigos te rodearán de trincheras, te sitiarán y te atacarán por todas partes y te arrasarán. Matarán a todos tus habitantes y no dejarán en ti piedra sobre piedra”. Imágenes dramáticas, comentó el Secretario de Estado, "que evocan las numerosas víctimas y la enorme destrucción del país, que se teme sea aún mayor en los próximos meses de invierno". 

El cristiano no cede a la venganza, sino que construye la paz de Dios

Escenarios en los que puede surgir la resignación o la desesperación, y "la fe misma se ve puesta a dura prueba", según Parolin, que subraya, sin embargo, que "la omnipotencia de Dios se manifiesta precisamente en su capacidad de conducir la historia respetando la libertad humana, incluso cuando ésta no se ajusta a su pensamiento y voluntad, o más bien va incluso en contra". Nos permite permanecer "firmes en la fe, fuertes en el sufrimiento y abiertos al don de la paz que viene de Dios", la certeza de que la justicia divina juzga el mal y "muestra la salvación de Dios a los que caminan por la recta vía". Y concluyó reiterando la auténtica "actitud cristiana: quien confía en Dios, incluso y sobre todo en la tribulación", no cede "a la tentación de la venganza, que al odio añade más odio, sino que se hace cooperador de Dios en la construcción de la paz".

Palabras del Papa en la audiencia general del 23 de noviembre de 2022

Un doble recuerdo que "las víctimas del hambre de hace 90 años y de la guerra de nuestros días" nos piden que aceptemos, son las últimas palabras de la homilía de Parolin, junto a la oración de San Clemente al Señor en su carta a los Corintios: "Danos concordia y paz a nosotros y a todos los que habitan sobre la tierra". También este año se habla del 90 aniversario del Holodomor, como el año pasado, porque el exterminio tuvo lugar en 1932 y 1933. El Papa Francisco había hablado de ello en la audiencia general del 23 de noviembre de 2022, calificándolo de exterminio por hambre "provocado artificialmente por Stalin". La fecha exacta de las ceremonias del genocidio de Holomodor es el 26 de noviembre.