蜜桃交友

Alessandro De Carolis - Ciudad del Vaticano

Un compromiso "mayor y creativo", de lo contrario el objetivo de la paz permanecerá lejano. Y, sobre todo, seguirán multiplicándose la violencia, la muerte de inocentes, la destrucción de las ciudades y del entorno natural. El cardenal Pietro Parolin ha vuelto a unir su voz a las "innumerables intervenciones" del Papa, realizadas con una "insistencia sin precedentes", a favor de una nación como Ucrania, definida sistemáticamente por Francisco como "mártir" en cualquier circunstancia. Las palabras dirigidas a la comunidad internacional por el secretario de Estado son las contenidas en el videomensaje dirigido a los más de 65 países que el pasado fin de semana participaron en Malta en la Conferencia sobre el Plan de Paz deseado por el presidente ucraniano Zelensky.

No resignarse a la tragedia 

La cumbre celebrada en la isla, recordó el cardenal Parolin, es una muestra del "encomiable esfuerzo" ya demostrado en varias reuniones desde que se presentó la propuesta de un encuentro en Malta en el G20 a mediados de noviembre del año pasado. Una demostración alentadora de que la confrontación armada no se considera "un instrumento inevitable para resolver los conflictos". Y el hecho de que el mundo no se "resigne a aceptar la tragedia" indica también, para la Secretaría de Estado, que encontrar una solución no es "responsabilidad exclusiva de Ucrania", sino "una responsabilidad común".

Imaginar vías de paz

De ahí el llamamiento a un compromiso aún "mayor y más creativo" "a todos los niveles", para abrir caminos "que actualmente parecen inaceptables o imposibles" y unirse a lo que ya están haciendo muchos organismos internacionales "para asegurar que Ucrania pueda defender la integridad de su territorio, garantizar a sus ciudadanos la seguridad y lo necesario para la vida y alcanzar la tan deseada paz". Por su parte, reiteró el cardenal, "la Santa Sede pide que se respete el derecho internacional, especialmente en lo que se refiere a la integridad territorial", además de ofrecer su apoyo en cuestiones humanitarias, "como la seguridad alimentaria y la preservación del entorno natural" y, en particular, "el regreso de los prisioneros y de los niños a Ucrania".