Athletica Vaticana inauguró su nueva sede en Roma
Michele Raviart - Ciudad del Vaticano
Medallas, certificados de participación y clasificaciones. Raquetas de pádel y camisetas de fútbol, entre banderines y fotos con el Papa Francisco. Sola, en lo alto del armario blanco de la nueva sede operativa de Athletica Vaticana, inaugurada este miércoles 20 de septiembre, en el Palazzo San Calisto -en el área extraterritorial de la Santa Sede en el barrio Trastevere de Roma- hay una copa, junto a la bandera del Estado de la Ciudad del Vaticano. No es la única, pero sí el trofeo más llamativo de la asociación multideportiva oficial del Vaticano, fundada en 2017 y que celebra la victoria en el torneo de pádel que en 2021 ofreció una "vacuna suspendida" para los más necesitados durante las fases más agudas de la pandemia.
Los trofeos de la amistad y la inclusión
"Es muy bonito que en esta nueva sede sólo haya un gran trofeo y luego haya un espacio que todavía está vacío", dice a Pope el cardenal Josè Tolentino de Mendonça, Prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación -a quien se atribuye la pastoral del deporte en la Santa Sede-. "Esperamos que lleguen nuevos trofeos", explica, "pero debo decir, conociendo un poco la realidad del atletismo vaticano, que este espacio vacío ya está lleno de trofeos: el trofeo de la inclusión, de la proximidad a los niños enfermos, el trofeo de pensar en los que ya no tienen la oportunidad, el deporte. El trofeo de la amistad con los pobres. Trofeos que son muy raros y difíciles de tener y que el Atletismo Vaticano gana todos los meses".
Una visión general del deporte
Una especie de "cuerpo diplomático deportivo", la Athletica Vaticana, presidida por Giampaolo Mattei, está formada por unos doscientos hombres y mujeres, que trabajan para la Santa Sede o están vinculados a ella, implicados tanto en el deporte aficionado con fines solidarios -empezando por el atletismo, el críquet y los deportes paralímpicos- como en la participación, por primera vez el año pasado en Australia y luego este año en Glasgow, en los campeonatos mundiales de ciclismo. "El Atletismo Vaticano tiene una visión verdaderamente integradora del deporte", subraya además de Mendonça, "pensando siempre en los últimos. Nunca piensa en triunfos individuales, sino siempre en una visión de conjunto".
Poner al hombre en armonía con la creación
Tener una sede operativa -la legal está en Via del Pellegrino, en la Ciudad del Vaticano- "significa un reconocimiento de la importancia del Atletismo Vaticano para la Santa Sede como instrumento para que la Iglesia viva su vocación y su misión", explicó además el cardenal, que en el momento de oración que precedió a la bendición recordó cuánto el deporte agrada a Dios por su capacidad de poner al hombre en armonía con la creación y de favorecer la convivencia y la fraternidad entre los hombres. "Cuando corremos y pedaleamos lo hacemos siempre hacia una meta mayor", recordó, citando al campeón olímpico de triple salto Nelson Èvora, que cuando saltaba lo hacía "hacia el infinito".
La cercanía del Papa Francisco
No en vano, el cardenal escribió en el tablón de anuncios de la nueva sede que el Atletismo Vaticano "es una página contemporánea del Evangelio". "Tenemos un punto de referencia para algo muy importante: la actividad deportiva y lo que se asocia a ella, es decir, la convivencia, la atención a los demás. La alegría de estar juntos, la construcción del bien común", reiteró, recordando también la cercanía del Papa con los atletas vaticanos. "Es una complicidad muy bonita la del Santo Padre por el Atletismo Vaticano, porque se ve en este afecto del Papa Francisco una comprensión del papel tan positivo que éste y el deporte tienen para la misión de la Iglesia".
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