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Xavier Sartre - Ciudad del Vaticano

También hay dos franceses entre los 21 nuevos cardenales que tendrá la Iglesia el próximo 30 de septiembre, al término del Consistorio ordinario anunciado por el Papa en el Ángelus del domingo 9 de julio: Christophe Pierre, nuncio apostólico en Estados Unidos, y François Bustillo, obispo de Ajaccio en Córcega. Con Radio Vaticano - Pope los dos futuros cardenales comparten sus primeras impresiones y reacciones tras el anuncio del Pontífice. Bustillo aún no es del todo consciente de lo que escuchó por teléfono a mediodía del domingo: "Llegué a pensar que era una broma", confiesa. Al otro lado del Atlántico, en la Nunciatura Apostólica, se vivió el mismo estupor. Fue un periodista estadounidense quien despertó al arzobispo Pierre y le dijo que el Papa le había incluido en la lista de futuros nuevos cardenales: "No me lo esperaba".

La dificultad de anunciar el Evangelio en el mundo actual

Para el diplomático, que ha representado a la Santa Sede en Haití, México y desde 2016 en Estados Unidos, por citar algunos de los nueve países en los que ha trabajado, "es un gran honor" que el Papa le conceda la púrpura. "Es una invitación a continuar con mi compromiso de apoyar al Papa, de apoyar la misión de la Iglesia y de responder en todas partes a los grandes desafíos de la evangelización, que es de alguna manera el sentido de toda mi existencia", afirma. Pierre es, por cierto, uno de los tres nuncios que recibirán el birrete rojo en septiembre, junto con el arzobispo Emil Paul Tscherrig, con quien estudió en la Pontifica Academia Eclesiástica (la "escuela para nuncios" de Roma) y el arzobispo Agostino Marchetto, con quien trabajó en África.

"Convertirse en cardenal es una gran responsabilidad", añade el nuncio en Washington, "sobre todo en un mundo cambiante en el que anunciar el Evangelio no es tan fácil". Pierre asegura que se ha encontrado con esta dificultad en todos los países en los que ha servido: "Se trata de ayudar a la Iglesia a permanecer centrada en el anuncio del Evangelio en un contexto complicado. Es el reto de nuestro tiempo, pero también la belleza de nuestra misión".

Encontrar el equilibrio entre la diócesis de Ajaccio y Roma

Por su parte, monseñor Bustillo, franciscano franco-español y obispo de Ajaccio desde hace dos años, siente todo el peso de la responsabilidad que le incumbe. Aunque admite que por el momento no sabe lo que significará concretamente para él convertirse en cardenal en los próximos días. Sin embargo, es plenamente consciente de que esta responsabilidad es sinónimo de "fidelidad y cercanía al Santo Padre" sin olvidar el vínculo, como obispo en Córcega, "con un pueblo concreto, una diócesis". "Debo tratar de encontrar un vínculo con gran sencillez y equilibrio entre Roma y lo que el Papa me pedirá, y la responsabilidad que tengo actualmente aquí en Córcega, directa y simplemente con el pueblo de Ajaccio y su diócesis". Es la primera vez en la historia que un obispo de Ajaccio es nombrado cardenal. El nombre de Bustillo figura en la lista de futuros cardenales junto a los de -entre otros- tres prefectos de dicasterios de la Curia romana y arzobispos metropolitanos. Para explicar esta elección del Papa, el franciscano alude a la "libertad" del Papa ("No nos presentamos para ser cardenal") y sobre todo subraya la preocupación del Santo Padre por los "obispos de diócesis pequeñas": "Este es mi caso".