Gallagher: Al servicio de la paz y del bien común, no a los nuevos imperialismos
Alessandro Di Bussolo - Pope
Hoy, cuando la situación mundial no es menos compleja que en los años de la Guerra Fría, la "cadena de fraternidad" que encarna la Confederación de Caritas Internationalis "es más necesaria que nunca" por su compromiso al servicio de la paz, inseparable "de la promoción del bien común para la familia humana". En un contexto geopolítico "tan desastroso", en el que "el espíritu del colonialismo y otros apetitos imperiales han vuelto al primer plano", incluso para las Cáritas locales, la elección de "socios gubernamentales en situaciones políticamente complejas no siempre está exenta de consecuencias para la autonomía desinteresada de una organización y, más en general, para la presencia y el mensaje de la Iglesia". Estos fueron algunos de los temas abordados por el Arzobispo Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales de la Santa Sede, en su discurso de apertura de la primera sesión de trabajo de la segunda jornada de la Asamblea General de Caritas Internationalis, que se celebra en Roma hasta el 16 de mayo, sobre el tema "Construir nuevos caminos de fraternidad".
Desafíos globales y el papel de Cáritas
Las palabras del Arzobispo británico dieron inicio a la mesa redonda sobre "Los desafíos globales y el papel de Cáritas", en la que también intervinieron el Embajador Gabriel Ferrero y de Loma-Osorio, Presidente del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial, un representante del Consejo Mundial de Iglesias y miembros de Cáritas de Ghana, Myanmar e Irlanda. Monseñor Gallagher recordó que desde su último discurso ante la Asamblea General de Caritas Internationalis en 2019, el mundo se ha visto afectado por "crisis sin precedentes, una pandemia, catástrofes naturales causadas por el cambio climático, el aumento de la inseguridad alimentaria y el hambre, nuevos conflictos, así como la inestabilidad política y la violencia". Habló del peligro creciente que "representa para muchos países el actual conflicto en el corazón de Europa", y de la "multiplicación de escenarios de violencia en otros países", citando las crisis de Haití, Sudán y Oriente Medio. Por ello, "el llamamiento a la paz y al entendimiento entre los hombres y los pueblos" es urgente y "constituye una de las prioridades de las iniciativas humanitarias".
Dudas sobre la capacidad de la comunidad internacional para mantener la paz
Además, la multiplicación "de las emergencias humanitarias como consecuencia de estas múltiples crisis, puede incluso - subrayó el Secretario vaticano para las Relaciones con los Estados - poner en duda la capacidad de la comunidad internacional y de sus instituciones para mantener la paz y la confianza entre las naciones". Por todo ello, manifestó su deseo de que los intercambios entre los delegados de Cáritas de todo el mundo durante esta Asamblea, "que marca una etapa importante en el camino de Cáritas, puedan contribuir a reforzar el espíritu de fraternidad que está en el corazón de su identidad católica y que implica respeto mutuo y autenticidad".
La identidad eclesial de Caritas Internationalis
Una identidad que Monseñor Gallagher ha recordado en repetidas ocasiones, definiendo el papel de la Confederación de Caritas Internationalis, creada en 1951 por el Papa Pío XII, como el de ser "expresión de la caridad de Cristo" a través del compromiso de la comunidad cristiana. La Confederación, reiteró, debe encontrar fuerza en esta inspiración teológica, que la distingue "de otras beneméritas organizaciones sin ánimo de lucro o altruistas; debe cultivar la espiritualidad del servicio para hacer presente el mensaje evangélico de Cristo Buen Samaritano en los cinco continentes y en toda situación de crisis, violencia o inestabilidad política". Al mismo tiempo, habla a la comunidad internacional "de una sana visión antropológica, enraizada en la doctrina católica y comprometida en la defensa integral de la dignidad humana". El arzobispo subraya, sin embargo, que la actividad de la Iglesia encaminada a promover la dignidad de la persona no responde en primer lugar a "necesidades sociales y organizativas", que en cualquier caso son muy legítimas y justas, "sino que está ante todo al servicio de la paz para construir la familia humana de todos los pueblos".
Garantizar la paz y el intercambio fraterno entre los hombres
También reiteró que para una organización eclesial como Cáritas, "el compromiso con las personas está estrechamente entrelazado con el misterio de la Iglesia", que, según la constitución conciliar Gaudium et spes, tiene la misión de predicar el Evangelio a todos los hombres, y por ello "contribuye a asegurar la paz en todo el mundo y a sentar unas bases sólidas para el intercambio fraterno entre los hombres". Esto significará, para Gallagher, "no sólo aportar buenas ideas, así como proyectos creativos y eficaces, sino también ponerlos en sintonía con el estilo que emana de su pertenencia a Caritas Internationalis y que les pide calificar su actividad como práctica eclesial".
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