Grech a las Iglesias de í: La sinodalidad debe estar orientada a la misión
Alessandro De Carolis - Ciudad del Vaticano
Que la Iglesia, en esta fase histórica, sea un mosaico de teselas unidas por el denominador común de la sinodalidad y se comprende por la geografía y el entrelazamiento de los acontecimientos de estos días. Esta semana se reúne en Praga la Asamblea Continental Europea, y prácticamente en los mismos días, pero en las antípodas, desde hoy y hasta el próximo viernes en Suva, en las Islas Fiyi, arranca la Asamblea General de los Obispos de la Federación de Conferencias Episcopales Católicas de Oceanía (FCBCO), que tendrá como uno de sus temas centrales la sinodalidad.
El valor de cambiar de opinión
Y es a esta asamblea en particular -que reúne a los Obispos de Australia, Nueva Zelanda, Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomón, así como de otras zonas del Pacífico- a la que el cardenal Mario Grech dirige un videomensaje para reiterar "la actitud exquisitamente sinodal" con la que vivir la confrontación, la del "diálogo, único camino por el que podemos crecer como Iglesia". El secretario general del Sínodo de los Obispos precisa el estilo de este diálogo, hecho -dice- de una "franqueza de palabra" siempre que vaya "acompañada de la humildad de la escucha". Esto, dice, "es importante durante todo el Sínodo y también durante las asambleas continentales". No tengan miedo de hablar. No tengan miedo de escuchar, de esforzarte por acoger y comprender a los demás. No tengan miedo de cambiar de opinión en función de lo que oigan".
Reiterando que "la sinodalidad funciona cuando se orienta al servicio de la misión", el cardenal Grech concluye diciendo que este "ejercicio eclesial de discernimiento" -que es lo que están llamadas a vivir las Asambleas continentales- cuanto más "sea capaz de reconocer lo que el Espíritu sugiere a las Iglesias de cada continente, más estimulante será la Asamblea sinodal del próximo mes de octubre".
Czerny: los pueblos indígenas nos enseñan a proteger la Creación
A las 16.00 hora local de Fiyi, el Cardenal Czerny - que había presidido la Misa de apertura por la mañana con una homilía centrada en la vocación cristiana de ser sal y luz del mundo - abrió los trabajos de la Asamblea de los Obispos de Oceanía con un discurso sobre dos temas, el cambio climático y la sinodalidad. Sobre el primer tema, el cardenal se inspiró en la Laudato si' y en el concepto central que da nombre al Dicasterio que dirige, el "desarrollo humano integral". Si la exuberante tierra de Fiyi que acoge la reunión episcopal es un ejemplo de tierra bendecida por Dios, tal riqueza de especies y recursos, señaló, muestra por contraste la cara opuesta de la moneda, la de su "explotación insostenible e injusta" -enumeró el cardenal Czerny-, que recuerda otras lacras como la piratería, la contaminación marina, la erosión de las costas y, sobre todo, "la migración desesperada" de los emigrantes climáticos. Y en este punto, el responsable del dicasterio, al hilo del magisterio del Papa Francisco, instó a los pastores a "denunciar" todas las circunstancias en las que la vida y la naturaleza están amenazadas y a "proclamar" el punto de vista de la protección de la Creación aprendiendo, subrayó, "de nuestros hermanos y hermanas indígenas", que han cuidado de la Creación "a lo largo de los siglos".
El Sínodo, una fuerza que cura heridas y suscita visiones
Este compromiso de denuncia y proclamación, prosiguió el Cardenal Czerny, requiere sin embargo una fase de reflexión, de discernimiento, propia del camino sinodal y éste es un aspecto bien subrayado, recordó, en la carta enviada la semana pasada por los Cardenales Grech y Hollerich. Sinodalidad significa básicamente "cambio", explicó el cardenal Czerny, "una conversión pastoral y misionera" de toda la Iglesia, que "implica la renovación de mentalidades, actitudes, prácticas y estructuras" porque esto es lo que "Dios espera hoy de la Iglesia". El objetivo del Sínodo, concluyó, "es sembrar sueños, suscitar profecías y visiones, hacer florecer la esperanza, inspirar confianza, restañar heridas, tejer relaciones, despertar un amanecer de esperanza".
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