S¨ªnodo para una Iglesia sinodal: contin¨²an di¨¢logo, escucha y discernimiento
Sor Bernadette Reis - Ciudad del Vaticano
El lunes por la mañana, en las oficinas de la Secretaría del Sínodo, se celebró una reunión con los presidentes de las reuniones internacionales de las Conferencias Episcopales y los coordinadores de las Asambleas continentales del Sínodo de los Obispos.
Un representante de cada continente presentó sus propios puntos específicos sobre la fase continental del camino sinodal, introducido por la Secretaría del Sínodo el 27 de octubre. Para cada territorio -Asia, África, Oceanía, América del Norte, Oriente Medio, América Latina y Europa- se presentó información sobre las personas directamente implicadas en el proceso sinodal, así como las fechas ya previstas, los participantes, el objetivo y la metodología de las asambleas continentales.
Los comentarios de los distintos delegados ilustraron los temas más sensibles para los pastores, que expresaron algunas preocupaciones pastorales constatadas tras la lectura del Documento de Trabajo para la fase continental: la necesidad de llegar a los militares y a sus familias, la necesidad de desarrollar una teología de Dios con el telón de fondo del sufrimiento que muchos afrontan en el mundo actual, y cómo el proceso sinodal hasta ahora ha proporcionado a las Conferencias Episcopales un foro concreto a través del cual empezar a entender la nueva visión que el Papa Francisco propone sobre cómo ser Iglesia.
También hubo reacciones positivas por parte de Mauricio López, miembro de la Comisión sobre metodología, que moderó la sesión matutina. Señaló que hace cinco meses había percibido un indicio de ansiedad sobre la fase continental, pero que tras escuchar las presentaciones de los delegados de cada uno de los territorios continentales, ahora nota que hay una mayor comprensión de la dirección en la que está andando el Sínodo. También expresó su agradecimiento por la forma en que la metodología y las herramientas propuestas por la Secretaría fueron adoptadas y aplicadas durante el proceso de la fase continental.
Más diálogo sobre el Documento Continental
El Padre Giacomo Costa, SJ, consultor de la Secretaría General del Sínodo que ha participado en todos los niveles del proceso sinodal hasta ahora y en la redacción del Documento de Trabajo para esta fase, presentó algunos aspectos de la metodología que la Secretaría propone para las asambleas de la fase continental. El objetivo de la metodología propuesta es fomentar el diálogo utilizando el documento de trabajo para la fase continental como trampolín. El documento, que refleja las miles de páginas del proceso de consulta a nivel parroquial y nacional, se ha ofrecido a todas las iglesias locales para que sigan dialogando. Sólo después se presentará al Papa y, en última instancia, a la sesión del Sínodo.
La cuestión principal que guía el camino del sínodo
El Documento en sí, explicó además el Padre Costa, es el fruto de la consulta al Pueblo de Dios, no la base de un discernimiento pastoral que se pondrá en práctica después del Sínodo o una encuesta sociológica. El proceso de consulta, por tanto, sigue teniendo lugar en torno a la pregunta fundamental: "¿Cómo están viviendo y experimentando las Iglesias locales el caminar juntos, y hacia dónde nos lleva el Espíritu Santo?" Por lo tanto, la metodología utilizada busca sacar a la luz experiencias, percepciones y preguntas particulares, así como prioridades pastorales a nivel de la Iglesia local en todo el mundo, que luego contribuirán al diálogo sinodal más amplio. El fruto de este diálogo constituirá el contenido de los documentos que cada grupo de trabajo sinodal continental enviará a la Secretaría antes del 31 de marzo de 2023.
El tipo de discernimiento necesario
Este proceso, continuó el padre Costa, requiere el arte del discernimiento, la capacidad de escuchar profundamente lo que se dice, más allá de las palabras utilizadas. En el proceso sinodal hay dos tipos. El discernimiento que los obispos están llamados a ejercer en esta etapa, dijo, es el guiado por la teología para ayudarles a escuchar y entender qué otras preguntas hay que hacer. Se trata de un discernimiento diferente del que se requerirá más tarde durante las sesiones del sínodo propiamente dicho, cuando la teología servirá de ayuda para discernir entre su aplicación y las experiencias, intuiciones, preguntas y prioridades pastorales que surgieron durante la fase continental.
Dar voz a los retos
La profesora Susan Pascoe, miembro de la Comisión de Metodología del Sínodo y del grupo de trabajo para la fase continental, dirigió un debate sobre los retos que los delegados encontraron durante el proceso. Algunos de los retos expresados fueron: la escasa minoría de personas que han participado hasta ahora; el desafío que la Iglesia debe afrontar en cuanto a la forma de llevar a cabo su misión; el predominio de la piedad personal en lugar de las prácticas y rituales comunitarios; la gran cantidad de información, propuestas y sugerencias que dificultan la síntesis o las conclusiones; la necesidad de especificar la definición de "inclusivo" con respecto a las voces y puntos de vista de los no católicos o ex católicos; el malentendido de que el proceso de consulta pretende dar cabida a todas las peticiones que las personas están planteando; hacer oír la voz de las mujeres, especialmente en aquellos lugares donde las sociedades siguen siendo patriarcales; la interpretación mediática del sínodo desde un punto de vista sociológico más que eclesiástico.
La sesión matutina concluyó con dos breves presentaciones: el Director de Comunicaciones del Sínodo, Thierry Bonaventura, resumió los diversos esfuerzos de comunicación y los temas que surgieron del proceso sinodal, mientras que la subsecretaria de la Secretaría del Sínodo, la Hna. Nathalie Becquart, presentó las actividades de recaudación de fondos para subvencionar las asambleas continentales.
Al final, el cardenal Grech dirigió unas palabras de agradecimiento por el diálogo que había tenido lugar durante la mañana. También reflexionó sobre lo acertado de la utilización de la imagen de Cornelio y Pedro (Hechos 10) propuesta en el Documento Preparatorio. Independientemente de los retos que está planteando el proceso sinodal, reflexionó el cardenal, la posición fundamental es permanecer atentos, como San Pedro, a la voz del Espíritu Santo, que puede hablar incluso a través de un pagano.
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