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"El hombre es señor y no esclavo del trabajo". Las palabras del Papa, repetidas por el obispo Nunzio Galantino, presidente de Apsa, resonaron en la Sala Riaria del Palacio de la Cancillería el martes pasado. El encuentro que tuvo lugar allí se tituló "Proteger la salud y la seguridad para mejorar la dignidad del trabajo: un reto posible y necesario" y fue organizado por el Apsa junto con la Orden de Ingenieros de la Provincia de Roma y con la participación especial del Fiscal Adjunto de la Fiscalía de Roma Giovanni Conzo.

El tema de la salud y la seguridad, estrechamente relacionado con el de la dignidad humana, está especialmente en el corazón de Francisco, que en varias ocasiones a lo largo de los años ha instado y sensibilizado a los expertos del sector sobre el hecho de que "la verdadera riqueza son las personas". Y que "la seguridad de los lugares de trabajo implica el cuidado de los recursos humanos". En consonancia con este magisterio y para reforzar su compromiso en este ámbito, la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica organizó el encuentro con los ingenieros de la zona de Roma, en el que también intervinieron Massimo Cerri, vicepresidente de la Orden de Ingenieros, y Mauro Villarini, jefe de la Oficina de Gestión Técnica de Apsa, que moderó el acto.

"Se habla de 1221 muertes en el trabajo en 2021. Oír estas cifras se ha convertido en una costumbre, por desgracia. Y la costumbre es una 'bestia fea'", dijo Monseñor Galantino, quien, además de administrar los bienes de la Santa Sede, tiene a sus espaldas años de experiencia docente en Filosofía y Antropología. Es "inaceptable -dijo- que sólo prevalezca el beneficio". "A costa de una ética mortificada". Para el prelado, es necesario abordar con seriedad y rigor la cuestión de la seguridad también en la Iglesia, que a veces se ve afectada por un enfoque superficial. Lo que nos impulsa en esta dirección, argumentó Monseñor Galantino, no es sólo un principio jurídico de respeto al derecho positivo, sino un principio moral y un principio que se nutre de los valores de la fe.

El presidente del Apsa se hizo eco de las palabras del fiscal adjunto de Roma, Conzo, en su primer acto público desde que llegó a Roma en 2021. Conzo también destacó la importancia de un enfoque meticuloso y riguroso de la gestión de la seguridad, mostrando con ejemplos concretos extraídos de su propio trabajo y el de sus colegas, cómo un enfoque orientado al detalle puede marcar una diferencia positiva. El objetivo declarado de este enfoque es reducir la trágica cifra de 1.221 accidentes laborales mortales en 2021.

El fiscal repasó los múltiples frentes abiertos, desde la actividad de la policía judicial, pasando por la protección penal de terceros, hasta el fenómeno del 'caporalato'. El encuentro -en el que participaron personalidades institucionales comprometidas con el papel de proporcionar mejores condiciones de seguridad y dignidad en el trabajo, tanto desde el punto de vista ético como profesional- permitió concienciar a los "técnicos" que desempeñan funciones de dirección en las obras y empresas de construcción de su responsabilidad penal en caso de accidente, causada por la posible omisión de medidas de prevención y protección en favor de los trabajadores.