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Adriana Masotti - Ciudad del Vaticano

Continúa la visita del cardenal Konrad Krajewski a Kiev y a otros lugares de Ucrania para llevar la presencia del Papa y de toda la Iglesia a las personas que sufren a causa de la guerra en curso y, según el deseo de Francisco, para compartir con los ucranianos los momentos significativos del Triduo hasta el domingo de Pascua.

Tras celebrar ayer la misa en Coena Domini con el lavatorio de los pies, hoy Krajewski junto con el nuncio apostólico en Kiev, monseñor Visvaldas Kulbokas, ha vivido un emotivo Vía Crucis en Borodjanka, una de las zonas más devastadas por el conflicto. Un momento de gran dolor y emoción, iluminado sólo por la certeza de la Resurrección de Cristo, dijo el cardenal a los medios de comunicación del Vaticano a su regreso a la capital:

"Con el nuncio estamos volviendo ahora a Kiev, desde estos lugares difíciles para cualquier persona del mundo, donde hemos encontrado aún tantos muertos y una tumba de al menos 80 personas, enterradas sin nombre y sin apellido. Y faltan las lágrimas, faltan las palabras. Menos mal que tenemos fe y que estamos en Semana Santa, en el Viernes Santo, cuando podemos unirnos a la persona de Jesús y subir a la Cruz con Él, porque después del Viernes Santo... lo sé, lo sé: será Domingo de Resurrección. Y tal vez Él nos explicará todo con su amor y cambiará todo también dentro de nosotros, esta amargura y este sufrimiento que llevamos desde hace algunos días, pero particularmente desde el día de hoy".