Hacia el Encuentro Mundial de las Familias: "Acoger el amor"
Pope
"Hay diferentes roles en una familia, pero una identidad nos une a todos: ¡Somos todos hijos! Nadie elige nacer. Cada uno de nosotros debe su existencia y su vida a una madre y a un padre. No podemos darnos la vida a nosotros mismos, sólo podemos recibirla y cuidarla». Así leemos en la cuarta catequesis de preparación al X Encuentro Mundial de las Familias. A la cual, como es habitual, se acompaña el cortometraje realizado por el director Antonio Antonelli, titulado “Acoger el amor”.
La protagonista es una familia de Roma. Una mamá, un papá, tres hijas. Después, el intento de tener un cuarto hijo, los abortos espontáneos. Y la elección de adoptar a una niña con una grave discapacidad, Manuela. Nos cuenta la historia de esta "familia normal y especial" Alessia, la hija mayor, una veinteañera como tantas otras, que nos deja entrar en su casa, entre risas y afecto. No faltan las dificultades, pero lo que se ve sobre todo es la ternura, el amor que une a las cuatro hermanas.
Porque es precisamente por el hecho de ser hijos que se aprende la fraternidad. Como dice el Papa Francisco: “En la familia, entre hermanos se aprende la convivencia humana, cómo se debe convivir en sociedad. Tal vez no siempre somos conscientes de ello, pero es precisamente la familia la que introduce la fraternidad en el mundo. A partir de esta primera experiencia de fraternidad, nutrida por los afectos y por la educación familiar, el estilo de la fraternidad se irradia como una promesa sobre toda la sociedad y sobre las relaciones entre los pueblos”.
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