El arte en la Shoah, una exposición en la Universidad Lateranense
Paolo Ondarza - Ciudad del Vaticano
"Mi cuerpo es débil y esquelético, pero mi alma es libre". Estos son los últimos versos de Grete Schmahl-Wolf, escritos en su lecho de muerte en el gueto de Theresienstadt. Almas libres a pesar del encarcelamiento, la persecución y el exterminio del pueblo judío por parte de los nazis son también las de los artistas que se exponen en la muestra "Arte en la Shoá", promovida por la Embajada de Israel ante la Santa Sede y que se exhibe desde hoy en la Pontificia Universidad Lateranense. Las pinturas y los dibujos han sido seleccionados de la colección de Yad Vashem, el centro mundial de conmemoración, documentación, investigación y educación sobre la Shoá fundado en 1953.
Drama y humanidad
El desamparo de los refugiados, la imposibilidad de escapar, la súbita evacuación de sus hogares, el pánico, los días de frío, la cola para conseguir comida, la inexorable condena a muerte y, a pesar de todo, la solidaridad humana: estos temas se suceden en las obras reproducidas en paneles -de 50 x 70 cm- expuestas durante 15 días en las salas de la Universidad del Papa donde, esta mañana, ha tenido lugar la inauguración de la exposición. Intervinieron, entre otros, el embajador de Israel ante la Santa Sede, Raphael Schutz, el secretario general de la Conferencia Episcopal Italiana, monseñor Stefano Russo, la poetisa y testigo de la Shoah, Edith Bruck, el biblista monseñor Antonio Pitta y el rector de la PUL, Vincenzo Buonomo.
Arte en los campamentos
La ejecución de la veintena de obras reproducidas en la exposición se remonta a los años de la Shoah: "la mayoría de ellas -explica Raphael Schutz, embajador de Israel ante la Santa Sede a Pope- fueron creadas mientras los artistas estaban en los campos de concentración. Algunos se produjeron más tarde, mientras que otros fueron ejecutados en el momento de la liberación". Entre los autores hay quienes murieron en los campos. Sus dibujos, realizados con materiales improvisados, como ramas quemadas sobre papel de embalar, firmados con seudónimos y luego escondidos o entregados a amigos y familiares, dan testimonio del deseo de vivir, de la lucha contra un proceso de deshumanización y aniquilación. Dan testimonio del espíritu humano que se mantiene firme y se niega a rendirse.
Todos los sentimientos humanos
El embajador Raphael Schutz continúa: "Es sorprendente ver cómo en estas obras, creadas en circunstancias extremadamente duras y difíciles, afloran todos los matices de los sentimientos humanos: hay tristeza y desesperación, pero también optimismo, esperanza e incluso sentido del humor. Esta exposición demuestra que el espíritu humano es más fuerte que todo. Para el diplomático, la exposición tiene también un significado muy personal: "Nací en Israel. Mis padres en Alemania, pero tuvieron que irse antes de la Segunda Guerra Mundial: parte de mi familia se quedó allí y luego murió en los campos de concentración".
Juntos para curar el mundo
Para Schutz, la realización de una exposición dedicada al arte de la Shoah en la Universidad del Papa da un valor añadido a las relaciones entre la Santa Sede e Israel, entre la Santa Sede y el judaísmo. "Estamos agradecidos por la oportunidad de presentar la exposición aquí. Creo que la visión expresada por el Papa Francisco en Laudato sì, pero también en Fratelli tutti, es común al concepto judío de Tikkun Olam, que en italiano significa reparar, sanar el mundo. En este sentido, creo que Israel y la Santa Sede pueden trabajar juntos para encontrar formas concretas de promover esta visión humanista universal".
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