Krajewski: "Gracias a los países vecinos que acogen a ucranianos en sus casas"
VATICAN NEWS
La misión de cercanía y ayuda del cardenal Konrad Krajewski continúa. A instancias del Papa que lo envió a Ucrania, el Limosnero Apostólico sigue con su visita a la población que sufre y hoy, tras una parada en Lviv, llegó a Rivne, en el noroeste del país, donde visitó algunas de las comunidades católicas de la ciudad, participando en la oración ecuménica por la paz y encontrándose con los voluntarios que se dedican a atender las necesidades de la gente.
En declaraciones a los periodistas, el cardenal reiteró la cercanía del Papa a Ucrania que desea expresar -dijo Krajewski- "que ama a Ucrania, reza por Ucrania y une a todo el mundo en torno a Ucrania". Recordando la visita de Francisco a la embajada rusa el día después que iniciara el conflicto, el Limosnero explicó que el Papa "fue a pedir misericordia, para que la gente no muriera". "El Santo Padre -continuó- sigue la lógica del Evangelio, que significa que la fe puede mover montañas. Nuestra arma es la fe. Sólo si creemos, podremos obtener la misericordia y la paz de Dios para Ucrania".
Reiterando entonces que el Pontífice reza todos los días por Ucrania, el cardenal Krajewski explica que su misión es dar a conocer que "el Santo Padre está al tanto de todo lo que ocurre en Ucrania: sabe cómo sufre la gente, cómo huye y cómo todos son acogidos en Europa". De ahí su agradecimiento a los países vecinos "por acoger a los ucranianos en sus casas". "Que Dios -es su saludo- bendiga a Ucrania".
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