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“Nuestra primera reacción, y por respeto a las víctimas de estos abusos, queremos pedir perdón por no haber obrado correctamente en algo que, como entidades de Iglesia, deberíamos haber cuidado, como son los espacios seguros y de confianza para nuestros niños, jóvenes y adultos vulnerables”. Así lo expresa la Conferencia Española de Religiosos (CONFER) en un , tras el encuentro mantenido, ayer, junto con las Congregaciones Religiosas afectadas por casos de abusos. 

Las instituciones de la Vida Consagrada – refiere la nota de la CONFER - se comprometen a encontrar los mecanismos y caminos en la prevención de los abusos, para que las realidades educativas, pastorales, asistenciales ofrezcan el lugar seguro para menores y personas vulnerables. 

Aunque cueste y sea doloroso

“Es nuestro compromiso con el Evangelio y queremos hacerlo bien, aunque cueste y sea doloroso”, se lee en el documento que propone el que abre con una penosa afirmación: “Quizá, es una jornada que, en lo hondo de nuestros sentimientos, no tendría que haberse celebrado porque no podíamos tener la certeza de que se habían hecho las cosas mejor de lo que los datos nos dicen”

Que lo que ha pasado no se repita

El padre Zamora enfatizó que lo que se quiere es que “lo que ha pasado no se repita” y que desde la CONFER se puedan encauzar las inquietudes y formas de “hacer bien las cosas”, no para acallar conciencias o mitigar el dolor infringido, sino para servir, como congregaciones religiosas “con honestidad, cuidado y dedicación desde los diversos ámbitos” de manera eficaz, segura y convencida.

“No hemos sabido controlar y ha originado dolor y angustia en muchas personas”. Esa es la razón del encuentro, Insiste Zamora, aprender a “hacer las cosas bien y esperar que no se repitan nunca”, más allá de lo que publique un periódico -haciendo referencia al sendo i  y otros- porque esos “no nos convoca cómo hacer frente y buscar argumentos para rebatir a una prensa que nos señala como Congregaciones que han hecho algo mal”. Por el contrario, convoca a los religiosos del país a de encontrar caminos, vías de solución, apoyos a una labor exigente de manera “más profesional, pastoral y eficaz posible frente al tema de los abusos”.

Traicionado la confianza y actuado de manera reprobable.

“Nos apura el deseo, como siempre hemos hecho, de ser servidores del Evangelio de manera convencida, aunque en ese camino, algunos de los nuestros (sea cual sea la relación que tenemos o hemos tenido con ellos) han traicionado la confianza y actuado de manera reprobable”, dijo el Secretario general de la CONFER en un discurso donde  invitó a “escuchar y escucharnos, para aprender y tener los mecanismos necesarios de cara a las situaciones en las que se nos menciona”.

Quién tiene más o menos casos no es el asunto

Luego de reafirmar que no se trata de una “carrera de quién tiene más o menos casos de abuso”, Zamora subrayó que “un solo caso ya nos hace sentirnos muy dolidos”.  “Aceptemos – agregó - cada uno de nosotros la parte que nos corresponde de no haberlo sabido hacer y buscar el mejor remedio de que seamos capaces”.

El Secretario general de la CONFER concluyó con sus agradecimientos a quienes desde el Derecho Canónico, la comunicación social y otras áreas involucradas en esta batalla, han dado y seguirán ofreciendo sus profesionalidades para emprender el camino de ayuda y para que las instituciones de la Vida Consagrada que “quieren ser lugar seguro de acompañamiento y crecimiento responsable”, lo puedan hacer bien “aunque cueste y sea doloroso”.