Cardenal Tomasi: TPNW, primer paso fundamental hacia un mundo sin armas atómicas
Lisa Zengarini - Pope
Entrevistado por el Consejo Mundial de Iglesias (CMI), el ex Observador permanente de la Santa Sede ante las Organizaciones especializadas de las Naciones Unidas en Ginebra y ante la Organización Mundial del Comercio, dice ser optimista sobre los efectos a largo plazo del tratado, a pesar de que aún le falta la firma de varios Estados, nucleares y no nucleares. "Nadie se hace ilusiones de que las declaraciones morales por sí solas conduzcan al desarme, pero las normas recién promulgadas pueden apoyar e incluso guiar negociaciones complejas, con la esperanza de alcanzar el objetivo de un mundo libre de armas nucleares", afirma.
Según el ex nuncio apostólico, el Tpnw debería animar a los Estados no poseedores de armas nucleares a unirse para demostrar que también se puede avanzar en el frente del desarme: "La próxima Conferencia de revisión del Tratado de No Proliferación Nuclear", afirma, "ofrece a los Estados una gran oportunidad para hacer oír su voz y comprometerse a una mayor cooperación.
El trabajo de sensibilización de las Iglesias
También es importante el peso de los actores de la sociedad civil, que se movilizan con campañas de sensibilización de la opinión pública. Sus acciones, argumenta, "pueden tener un impacto real en las sociedades democráticas". De hecho, todos los Estados y organizaciones políticas pueden desempeñar un papel fundamental en la consecución del desarme nuclear".
El cardenal Tomasi recuerda en particular el papel de la Santa Sede y de las demás Iglesias cristianas que han apoyado activamente este tratado y siguen luchando por un mundo sin armas atómicas: "En este ámbito -dice- las religiones y todas las confesiones cristianas pueden converger y amplificar juntas el mismo mensaje moral para creyentes y no creyentes", especialmente a través de iniciativas de sensibilización e información a nivel local y de campañas de presión sobre los responsables políticos.
Desarrollo verdadera condición para la seguridad
En la entrevista, el cardenal reitera una vez más cómo "la mera existencia de las armas nucleares", junto con las amenazas que conlleva el progreso de las tecnologías, representa un "riesgo constante" para la seguridad mundial, pero también un obstáculo para el desarrollo, que es la verdadera condición de esta seguridad, como ha señalado el Papa Francisco en repetidas ocasiones: "Las mayores inversiones en armamento derivan de un sentimiento de inseguridad, pero -afirma- una sociedad nunca puede ser segura si no se satisfacen las necesidades esenciales de sus ciudadanos".
Por eso, insiste el cardenal Tomasi, la propuesta relanzada por el papa Francisco de crear un Fondo Mundial para el desarrollo humano con el dinero que antes se invertía en armamento es crucial para abordar los retos que afronta el mundo actual: "La creación del Fondo reduciría el riesgo de conflicto, ya que va en la dirección de eliminar los arsenales nucleares, reasignar los fondos para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible y cumplir los compromisos de los Estados con la seguridad integral."
La actual pandemia de Covid-19 podría servir de catalizador en este sentido: "En tiempos económicamente difíciles para todos los Estados, incluidas las grandes potencias, poder liberar fondos para reactivar la economía es esencial -observa-. Reducir los créditos destinados a la carrera armamentística y dedicarlos a la recuperación económica es, en realidad, una opción estratégica para aquellos Estados que desean mantener su papel preeminente en el sistema internacional", subraya el cardenal Tomasi en la conclusión.
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