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Isabella Piro - Ciudad del Vaticano

"La Santa Sede sigue condenando con firmeza todas las formas antiguas y nuevas de antisemitismo": lo dice claramente monseñor Urba艅czyk en su discurso en la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa), reiterando, sobre la sica del Papa Francisco, que "para un cristiano, toda forma de antisemitismo es un rechazo de sus propios orígenes cristianos y, por tanto, una completa contradicción".  Deteniéndose, pues, en el significado del Día de la Memoria del Holocausto, que se celebra 76 años después de la liberación del campo de Auschwitz-Birkenau, el 27 de enero de 1945, el Observador Permanente recuerda "la horrible y aterradora persecución y exterminio de los judíos por parte del régimen nazi", así como "los miles de otras víctimas de la furia asesina e inhumana de los nazis: gitanos y sintis, miembros de minorías nacionales y creyentes de diversas confesiones". Al mismo tiempo, el prelado instó a conmemorar a "aquellos que protegieron a los perseguidos con riesgo de sus propias vidas, luchando contra la horrenda crueldad que los rodeaba".

El diálogo interreligioso, una herramienta para combatir el antisemitismo

"Atrocidades similares", añade monseñor Urba艅czyk, requieren una reflexión profunda porque, especialmente en el agitado mundo actual, "el silencio ayuda a mantener viva la memoria", evitando así "volverse indiferente". Pero junto a la "memoria viva" del pasado, señala el prelado, otra "herramienta indispensable" para combatir el antisemitismo es el "diálogo interreligioso", porque "tiene el propósito de promover el compromiso con la paz, el respeto mutuo, la protección de la vida, la libertad religiosa y el cuidado de la Creación". Citando, pues, un pasaje de la Encíclica "Fratelli tutti" del Papa Francisco, el Observador Permanente subraya que "las diferentes religiones, partiendo del reconocimiento del valor de toda persona humana como criatura llamada a ser hijo o hija de Dios, ofrecen una valiosa contribución a la construcción de la fraternidad y a la defensa de la justicia en la sociedad" (271).

Se necesitan esfuerzos holísticos concertados

Al mismo tiempo, el prelado deploró que "en los últimos años hemos asistido a la propagación de un clima de maldad y antagonismo, en el que el odio antisemita se ha manifestado a través de una serie de atentados en diversos países". Un clima que, señala el representante del Vaticano, "no perdona ni siquiera a la región de la OSCE". De ahí la esperanza final de que el Día del Recuerdo pueda ser "no sólo una simple conmemoración, sino también una advertencia del hecho de que el antisemitismo, si no se contrarresta mediante esfuerzos holísticos concertados, seguirá tristemente extendiéndose en nuestra región y más allá".