La Congregación para la Educación Católica lanza tres nuevas Instrucciones
Benedetta Capelli - Ciudad del Vaticano
Tres Instrucciones que nacen impulsadas por la Constitución Apostólica sobre las universidades y facultades eclesiásticas, promulgada por el Papa Francisco el 8 de diciembre de 2017. Los documentos pretenden responder a la necesidad urgente de "crear redes" en la realidad compleja de los Institutos de Estudios Superiores para una Iglesia en salida y misionera. "Se trata de una perspectiva que traza una tarea exigente para las disciplinas contempladas en los estudios eclesiásticos y para las mismas Instituciones", se lee. Las Instrucciones tienen por objeto "proveer tanto para el progreso de estos Institutos, como para su distribución conveniente en las diferentes partes del mundo".
Los cambios
Los documentos de la Congregación para la Educación Católica se centran en tres palabras clave: , y de los Institutos. Tres cambios importantes que deben ser sometidos al juicio del dicasterio vaticano y que se conceden por un decreto que vale 5 años - ad quinquennium experimenti gratia - y que puede ser renovado por otros 5 o revocado. Las Instrucciones se aplicarán el primer día del año académico 2021-2022 o del año académico 2022, según el calendario académico de las distintas regiones.
Por una Iglesia que se enfrenta a los desafíos de hoy
Monseñor Vincenzo Zani, Secretario de la Congregación para la Educación Católica, explica lo que significa tal cambio para los Institutos de Estudios Superiores:
R. - Nosotros tenemos más de 500 instituciones eclesiásticas, 120 son facultades eclesiásticas - teología, filosofía, derecho canónico y otras facultades - y luego tenemos alrededor de 400 institutos afiliados, agregados e incorporados. ¿Qué significa esto? Significa que las facultades eclesiásticas tienen un programa de estudios similar a aquellas civiles, es decir, están organizadas en tres ciclos de estudios. El primer ciclo termina con el título de bachiller, el segundo con el de licencia y el tercero con el título de doctorado. Por lo tanto, tenemos las 120 facultades, pero en todo el mundo tenemos todas las demás instituciones que están afiliadas o agregadas o incorporadas. Los Institutos afiliados sólo tienen el primer ciclo y en cambio los Institutos agregados pueden otorgar, no sólo el bachillerato, sino también la licencia, mientras que los Institutos incorporados, que son muy pocos y están especializados, sólo otorgan un segundo o tercer ciclo. Estas instituciones hacen referencia a las facultades, por lo que están bajo la responsabilidad de las facultades, pero habiendo renovado todo el sistema de estudios, estamos aprobando gradualmente las normas también para las institutos que están relacionados con las facultades.
La novedad es que estas normas se habían escrito siempre en latín, y en este momento tenemos que utilizar un poco todas las lenguas modernas y sobre todo tenemos que tener en cuenta un aumento de la calidad en las instituciones. Son indicaciones muy concretas que deben darse respecto a los profesores, los títulos que deben tener. Dado que los institutos afiliados son en su mayoría los seminarios mayores, las normas también hacen una distinción con respecto a la formación de los futuros sacerdotes y religiosos. Su formación hace referencia a la , que es responsabilidad de la Congregación para el Clero, nosotros seguimos los estudios y por lo tanto damos una indicación a los seminarios donde se dice que es bueno mantener separada la administración con toda la formación de seminario de los estudios que en cambio hacen referencia las facultades eclesiásticas.
La novedad es que estas normas se habían escrito siempre en latín, y en este momento tenemos que utilizar un poco todas las lenguas modernas y sobre todo tenemos que tener en cuenta un aumento de la calidad en las instituciones. Son indicaciones muy concretas que deben darse respecto a los profesores, los títulos que deben tener. Dado que los institutos afiliados son en su mayoría los seminarios mayores, las normas también hacen una distinción con respecto a la formación de los futuros sacerdotes y religiosos. Su formación hace referencia a la Ratio Fundamentalis, que es responsabilidad de la Congregación para el Clero, nosotros seguimos los estudios y por lo tanto damos una indicación a los seminarios donde se dice que es bueno mantener separada la administración con toda la formación de seminario de los estudios que en cambio hacen referencia las facultades eclesiásticas.
El tema fundamental de Veritatis Gaudium es el de crear redes...
R. - Uno de los principios ha sido precisamente el de hacer esto, trabajar juntos. "Crear redes" tiene dos significados: en primer lugar, una mejor coordinación de los estudios dentro de la institución y, a continuación el discurso de la transdisciplinariedad, de modo que las disciplinas no sean autorreferenciales y propuestas en términos fragmentados, sino que estén en diálogo entre sí. También está la invitación a crear redes en el sentido de no multiplicar institutos inútiles, donde ya hay instituciones más especializadas. En este sentido, el instrumento de las afiliaciones, agregaciones e incorporaciones es muy importante para consolidar las relaciones entre las instituciones, manteniendo evidentemente la autonomía de cada una de ellas. Este crear redes es más evidente en la realidad romana donde tenemos diferentes facultades de teología, filosofía y derecho canónico. Por lo tanto, evitar la duplicación y en su lugar exaltar las instituciones más especializadas es una labor que llevamos años realizando y estas herramientas también nos ayudarán a fomentar este trabajo en red y a elevar el nivel de especialización.
¿Cuál es el futuro que se diseña para los Institutos de estudios superiores teniendo en cuenta también las diferencias geográficas?
R. - La Veritatis Gaudium había leído e interpretado en profundidad la Evangelii Gaudium, en la que el Papa habla de una "Iglesia en salida", de una Iglesia totalmente misionera. Por lo tanto, este es un principio que también se ha incorporado a las nuevas normas de las instituciones eclesiásticas, tanto en la misionariedad en el sentido de un diálogo más profundo con la sociedad actual, las culturas, los desafíos que vienen del mundo de hoy. Por lo tanto, es una Iglesia en salida en este sentido y entonces también los objetivos de los estudios eclesiásticos no pueden llevarse a cabo a independientemente de las provocaciones, de los desafíos que vienen del mundo de hoy. Y esto en un sentido cultural calificado y especializado. Por otro lado, la misionariedad debe ser entendida en un sentido geográfico. Téngase en cuenta que, por ejemplo, la Pontificia Universidad Urbaniana, que es una de las universidades pontificias romanas, tiene 110 institutos afiliados en África y Asia. Se trata de un instrumento extraordinario para trabajar en red, también en colaboración con la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, entonces en este sentido se busca con estas instituciones el seguir, asumir los desafíos de hoy y asegurar que el sistema de estudios eclesiásticos no sea autorreferencial, sino que siga el empuje de la Iglesia que es de la nueva evangelización y de la nueva misionariedad.
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