25° del sitio Vatican.va: entonces una semilla, hoy, custodio de la memoria
Paolo Ruffini
Todos vivimos en un tiempo tan olvidadizo que a veces olvidamos nuestra propia historia. Por eso los cumpleaños son importantes: para recordar. Y aún más simbólicos son los aniversarios redondos: porque dan razón de la paciencia del tiempo, que permite que las cosas crezcan, se fortalezcan, y dan un sabor de futuro al acto de recordar.
Hace 25 años, el día de Navidad, nació . Desde hoy - escribieron los periódicos - el sucesor de Pedro tiene una nueva red de pesca en todo el mundo. No era precisamente así. La verdad es que en aquel entonces era "sólo" una semilla, plantada en una nueva tierra, un nuevo "continente".
Pero hoy, un cuarto de siglo después de ese tímido y profético comienzo, Vatican.va es más que una red. Es el lugar de una memoria compartida, multilingüe, accesible a todos, integrada con el sistema de comunicación de la Santa Sede: Radio Vaticano, Pope, L'Osservatore Romano, el Boletín de la Santa Sede, las cuentas sociales del Papa y de los medios de comunicación del Vaticano. Lo que entonces era sólo una página en la que compartir, por primera vez en la web, el mensaje del Papa urbi et orbi, hoy es la primera e inmediata fuente de todo el Magisterio. Lo que fue entonces una elección en cierto modo revolucionaria, es hoy una realidad que nos convoca a un balance y a un proyecto.
En medio está nuestra historia y hay un futuro aún por escribir: para la radio que el próximo año cumplirá 90 años, para L'Osservatore Romano, que está a punto de cumplir 160 años; para el Dicasterio para la Comunicación que acaba de cumplir 5 años. En medio está la historia de hombres y mujeres que han aceptado el reto, trabajadores de primera y última hora, siervos inútiles pero llamados a una tarea que va más allá de su vida personal y colectiva: llegar a las personas allí donde están; hablar el lenguaje que hablan; adiestrar la tecnología a un proyecto que la trasciende; darle sentido, sin ilusionarse de que sólo esta basta, sin perder el sentido de los límites.
Una red sirve para conectar, para poner en relación. Comunicar significa buscar, obstinadamente también, una relación. Y esta relación es el lugar que habitamos.
La mansa ambición de la que es hijo el sitio Vatican.va es la de construir una red que libere, en contraposición a las que encarcelan; una red que custodie la memoria, en contraposición a la penumbra y la perdición de un presente olvidadizo; una red que construya comunidad y no sólo conexión; una red que cuente toda la verdad de una historia y no se conforme con una breve reconstrucción parcial.
Compartir es la palabra clave. La estrella polar. Compartir el pensamiento del Papa, sus palabras, su magisterio. Hacerlo accesible a todos. Celebrar este aniversario nos ayuda a comprender plenamente el camino realizado, su belleza, su cansancio, su presagio del camino que queda por recorrer. Que nunca se completará enteramente. Recordar el nacimiento de algo nuevo también nos dice que el mundo digital no es un ready made. No es inmutable.
Corresponde a los hombres de buena voluntad guiarlo hacia el bien. También nos corresponde a nosotros -como nos repite el Papa Francisco- utilizarlo para construir mayores posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos; y esto es algo bueno, es un don de Dios.(cf. ).
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