Cardenal Czerny: Fratelli tutti nos invita a avanzar con decisión hacia algo nuevo
Ciudad del Vaticano
“Estamos todos en el mismo barco: Cultivar la resiliencia en una comunidad global”, es el título de la intervención del Cardenal Michael Czerny, Subsecretario de la Sección Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, en el webinar organizado por el Lay Centre de Roma, con el fin de "Cultivar la resiliencia entre generaciones”.
Los seres humanos se recuperarán
En su intervención, el Cardenal Czerny señaló que, el título de su presentación fue tomado de dos discursos del Papa Francisco, uno el Urbi et orbi del viernes 27 de marzo y el otro del Domingo de Pascua, 6 de abril: "Estamos todos en el mismo barco". Siguiendo las reflexiones de los oradores anteriores del Lay Centre de Roma que se ocuparon del Séptimo capítulo de la Encíclica Fratelli tutti, el Purpurado dijo que, la Encíclica es un gran acto de fe, "a pesar de la crisis actual, los seres humanos se recuperarán; que los múltiples sistemas de los que formamos parte deben promover y fortalecer los factores psicosociales que a su vez promoverán la capacidad de recuperación; y que, en particular, nuestras expresiones de fe desempeñan un papel esencial".
Resiliencia, algo bueno y admirable
El Purpurado haciendo referencia al tema que le asignaron para este evento, dijo que es necesario problematizar, es decir, considerar algo obvio, sin problemas, para descubrir que no es tan fácil o tan resuelto como uno quisiera pensar. El propósito es estar en una mejor posición para proponer un enfoque más prometedor, una solución realmente probable. Por ello, cuando me asignaron "resiliencia", me di cuenta de que era algo bueno y admirable. Descubrí que es la capacidad de una sustancia de volver a su forma habitual después de ser doblada, estirada o presionada. Cuando se aplica a las personas, la "resiliencia" tiende a sugerir que los resultados o las consecuencias han resultado más positivos de lo esperado. En pocas palabras, es "rebotar".
Aumento de la población precaria
Mientras preparaba su intervención, afirmó el Cardenal Czerny, aprendí otra nueva idea: "precariat". La palabra viene de combinar precario con proletariado. El precariat combina una enorme población y sus condiciones. El empleo intermitente o el subempleo, o simplemente esperar por el trabajo, están cada vez más extendidos. Según un informe de Oxfam de 2020, "Sólo 1 de cada 6 países gasta lo suficiente en salud, sólo ? de la fuerza de trabajo mundial tiene una protección social adecuada, y en más de 100 países al menos 1 de cada 3 trabajadores no tiene protección laboral". La creciente ausencia de trabajo decente y seguro da lugar a muchas existencias precarias, inseguras e impredecibles. En resumen, objetiva y subjetivamente miserable.
La pandemia nos lleva hacia algo nuevo
En este contexto de pandemia, señaló el Purpurado, podemos tomar el término precario de una manera más amplia para significar todos en la tierra. Todas las vidas son más precarias ahora. Este es el mismo barco en el que estamos todos. La vida en este barco es precaria porque, en lugar de comportarse como Fratelli tutti, los humanos se atacan entre sí y atacan también nuestro entorno natural. Por ello, el Papa Francisco en la Laudato si' y Fratelli tutti, hace un gran trabajo para problematizar esta tendencia al asalto que nos ha llevado a una crisis real, tanto exacerbada como revelada por la pandemia global. Pero lo que el Santo Padre aboga no es un retorno resistente a los estados de cosas anteriores. Más bien, tenemos que avanzar con decisión hacia algo nuevo.
El bote salvavidas para diez personas
Para ilustrar este pensamiento, el Cardenal Czerny presentó la imagen del bote salvavidas para diez personas con diez remos. “Diez de nosotros lo hemos llenado al máximo. Estamos remando hacia la tierra. No podemos volver a nuestro estado anterior, cuando nosotros y muchos otros estábamos en un gran barco, porque se ha hundido. Ahora nos encontramos con otro superviviente en el agua. ¿Qué hacer? ¿Apretamos a una onceava persona y ponemos en peligro un barco diseñado para diez? Nos arriesgamos a dialogar y alguien tiene una idea inusual: ‘Hagamos turnos’. Cada uno de nosotros puede nadar durante unos minutos, uno tras otro. El barco nunca se abarrotará, y los once tienen una buena oportunidad de sobrevivir”. Aquí, la resiliencia no significa nostalgia por el barco más grande, ni defender violentamente la aparente seguridad actual; significa avanzar en una nueva forma de lograr la supervivencia y más. Tales son los caminos hacia adelante que el Papa Francisco establece en Fratelli tutti.
Caminos de encuentro renovado
Después de abogar por el diálogo para negociar nuestras crisis en el capítulo 6 de Fratelli tutti, el capítulo 7 nos haría emprender, en palabras de su título, "caminos de encuentro renovado", reconociendo y, de hecho, trabajando a través de nuestras heridas, lesiones y atolladeros acumulados (225). Para que las heridas se curen, debemos partir audazmente de la verdad, del reconocimiento de la verdad histórica, que es una compañera inseparable de la justicia y la misericordia, y que es indispensable para el camino hacia el perdón y el restablecimiento de la paz. Estos caminos implican el ejercicio de "una memoria penitencial, que pueda aceptar el pasado para no enturbiar el futuro" (226).
Compromiso con el bien común
Los desafíos actuales se remontan a los albores de nuestra conciencia moral, subrayó el Cardenal Czerny, esto no significa que hayamos fallado o que Dios nos haya fallado. Sólo la verdad de los hechos es una base suficientemente sólida para la comprensión mutua, el compromiso con el bien común y la apertura a nuevas soluciones. Y esto se conecta con la necesidad de la memoria. Perdonar no significa olvidar (246, 250); el conflicto es inevitable, pero esto no significa que la violencia sea aceptable. Iniciar procesos de reconciliación requiere tiempo y paciencia, respeto por la memoria de las víctimas, renunciar a las demandas violentas y trabajar en los conflictos (244, 251).
Una urgente llamada a la amistad social y a la fraternidad
“Fratelli tutti – concluyó el Cardenal Czerny – es una urgente llamada a la amistad social y a la fraternidad. Debe necesariamente seguir siendo atractiva mientras los humanos prefieran la división y la enemistad a la armonía y la amistad – y sólo Dios sabe cuánto tiempo nos queda. En el capítulo 7, se establecen los caminos de la fraternidad, la amistad, la armonía y la esperanza. La siguiente y última pregunta es: ¿Quién va a dar el paso? El capítulo 8 responde: "Las religiones al servicio de la fraternidad en nuestro mundo". "De nuestra experiencia de fe y de la sabiduría acumulada a lo largo de los siglos, pero también de las lecciones aprendidas de nuestras muchas debilidades y fracasos, nosotros, los creyentes de las diferentes religiones, sabemos que nuestro testimonio de Dios beneficia a nuestras sociedades y nos ayuda a reconocernos como compañeros de viaje, verdaderos hermanos y hermanas".
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