DSDHI: Necesario congelar la producci¨®n y el comercio de armas, s¨ª al multilateralismo
A casi una semana de la Resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para ¡°una cesación del fuego a nivel mundial¡±, y a los dos días del apoyo manifestado a dicha resolución por parte del Papa Francisco, tuvo lugar en la Oficina de Prensa de la Santa Sede la Conferencia de Prensa sobre el tema ¡°Preparar el futuro, construir la paz al tiempo del Covid-19¡±, de la Comisión Vaticana para el Covid-19.
Necesario congelar la producción y el comercio de armas
Interviniendo en la Conferencia, el Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, (por sus siglas DSDHI), el cardenal Peter Turkson, manifestó también - como el Santo Padre - su aprobación a la Resolución de la ONU, y celebró el respaldo de 170 países al llamamiento, señalando, sin embargo, que ¡°una cosa es llamar o apoyar una declaración de cese al fuego¡±, mientras ¡°otra cosa es implementarla¡±. Para ello, - afirmó - necesitamos congelar la producción y el comercio de armas.
El prefecto del Dicasterio lamentó el hecho de que, en este momento de pandemia, muchos líderes políticos ¡°en lugar de estar unidos por el bien común frente a una amenaza común que no conoce fronteras¡±, están incrementando las divisiones internacionales e internas. Y recordando las palabras del Sumo Pontífice en Nagasaki el pasado noviembre, subrayó la necesidad de evitar la ¡°erosión del multilateralismo¡±, pues ¡°en aras de la construcción de una paz sostenible¡±, es necesario fomentar la ¡°cultura del encuentro¡±.
¡°Sin el control de las armas¡±, añadió, ¡°es imposible garantizar la seguridad¡±, y sin seguridad, las respuestas a esta pandemia que ¡°está ampliando la brecha entre ricos y pobres¡±, y aquella entre las ¡°zonas de paz, prosperidad y justicia ambiental y las zonas de conflicto, privación y devastación ecológica¡±, ¡°no están completas¡±. Tal es así que ¡°ahora es el momento de que las naciones del mundo pasen de la seguridad nacional por medios militares a la seguridad humana como principal preocupación de la política y las relaciones internacionales¡±.
Miles de millones de puestos de trabajo en riesgo
¡°La salud es un bien común mundial, y los servicios de prevención y atención también deben ser mundiales¡±: la hermana Alessandra Smerilli, coordinadora del Grupo de Trabajo Economía, puso énfasis en la necesidad realizar ¡°inversiones de calidad¡± en los sistemas de salud, señalando cuánto la pandemia de COVID-19 haya revelado ¡°el verdadero alcance de nuestra interconexión¡±.
¡°La recesión económica que afecta a todo el mundo y que continúa expandiéndose provocará el desplazamiento de miles de millones de puestos de trabajo¡±, advirtió, y ¡°la crisis económica y social podría tener dimensiones desastrosas¡±. Esto sin contar que la pandemia ¡°ha acelerado la transición tecnológica y digital¡±: en 8 semanas ¨C dijo la religiosa - hemos visto el equivalente a un progreso de 5 años, lo que acelerará la pérdida de empleos.
En la línea del cardenal Peter Turkson, Smerilli se refirió a los gastos militares, "una competencia posicional", la de los estados en la carrera armamentista, ¡°que provoca gastos irracionales¡±, mientras que la ¡°primera seguridad es la de la salud y el bienestar¡±.
¡°Necesitamos líderes valientes que puedan demostrar que creen en el bien común, que se comprometan a garantizar lo que más se necesita hoy en día. Necesitamos un pacto colectivo para dirigir los recursos para la seguridad y el bienestar de la salud¡±, afirmó.
Números alarmantes: fundamentales el multilateralismo y la aplicación de ODS
El Dr. Alessio Pecorario, coordinador del Grupo de Trabajo Seguridad de la Comisión Vaticana, se refirió a números verdaderamente alarmantes en relación al impacto económico y social del COVID-19: entre otros, señaló los del Programa Mundial de Alimentos, que estima la duplicación del número de personas que se enfrentan a la hambruna.
Ante el impacto que está provocando "la más grave perturbación económica y social de los tiempos modernos", el apoyo al alto el fuego global por parte el Consejo de Seguridad de la ONU y de los estados, "es una importante medida estabilizadora¡±, dice el coordinador del grupo, que ¡°podría completarse con una congelación o moratoria en la producción y el comercio de armas¡±.
De ahí que resulte necesario ¡°tomar decisiones¡±: los suministros médicos, la seguridad alimentaria y la reactivación económica centrada en la justicia social y la economía ecológica - afirma Pecorario -requieren recursos que pueden desviarse del sector militar en el contexto de un renovado control de armas. Además, el desarrollo humano integral, ¡°requiere una redistribución urgente de los recursos mundiales para liberar a las personas de la miseria¡±.
Se trata de algo ya anticipado por el Magisterio de la Iglesia en la Carta Encíclica Populorum Progressio del ¡¯67 cuando se afirma el concepto de desarrollo humano integral, en lo que se convertiría un cambio de paradigma tras la II Guerra Mundial, a saber, ¡°el paso de la atención de la seguridad nacional a la seguridad humana y mundial, de la mera prevención de los conflictos a la construcción de una paz más amplia¡±. En este proceso, a la luz de la actual emergencia, de la complejidad y de los desafíos interconectados, resulta, por lo tanto ¡°fundamental¡± para la Comisión Vaticana para el COVID-19, ¡°el multilateralismo y la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible¡±.
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