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Antonio del Massaro de Viterbo, llamado “ il Pastura”:  La Virgen entrega la cinta a Santo Tomás, Misa de San Gregorio, y San Jerónimo penitente (1497). Museos Vaticanos, Pinacoteca. © Musei Vaticani Antonio del Massaro de Viterbo, llamado “ il Pastura”: La Virgen entrega la cinta a Santo Tomás, Misa de San Gregorio, y San Jerónimo penitente (1497). Museos Vaticanos, Pinacoteca. © Musei Vaticani

12 de julio. Museos Vaticanos: La belleza nos une

La belleza crea comunión, involucra en la misma mirada a personas distantes, conecta el pasado, el presente y el futuro. El Papa Francisco lo ha recordado en más de una ocasión: «Los Museos Vaticanos están llamados a convertirse en una “casa” viva... donde se pueda percibir concretamente que la mirada de la Iglesia no sabe de preclusiones». La universalidad de la Buena Nueva siempre ha sido traducida por la Iglesia en el lenguaje del arte. A partir de estas premisas, nace esta iniciativa conjunta de los Museos Vaticanos y Pope: las obras maestras de las colecciones vaticanas junto a un comentario tomado de las palabras de los Papas.

Antonio del Massaro de Viterbo, llamado “ il Pastura”:  La Virgen entrega la cinta a Santo Tomás, Misa de San Gregorio, y San Jerónimo penitente (1497). Museos Vaticanos, Pinacoteca. © Musei Vaticani

©Musei Vaticani
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“Oh Virgen bella como la luna, delicia del Cielo, cuyo rostro miran los bienaventurados y reflejan los ángeles, haz que nosotros, tus hijos, nos parezcamos a ti y que nuestras almas reciban un rayo de tu belleza, que no se oscurece con los años sino que brilla por toda la eternidad. Oh María, sol del cielo, despierta la vida dondequiera que haya muerte, ilumina los espíritus donde hay tinieblas. Mirando desde lo alto a tus hijos, concédenos un destello de tu luz y tu fervor. Oh María, fuerte como un ejército, da a nuestras filas la victoria. Somos débiles y nuestro enemigo ataca con mucha soberbia. Pero bajo tu bandera nos sentimos seguros de vencerlo; él conoce el vigor de tu pie, teme la majestad de tu mirada. Sálvanos, oh María, bella como la luna, elegida como el sol, fuerte como un ejército desplegado, sostenido no por el odio, sino por la llama del amor. Así sea.”

(Pío XII – Oración a la Virgen – 17 enero 1956)

 

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A cargo de Paolo Ondarza

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12 julio 2020, 08:26