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Don Luigi Sturzo. Don Luigi Sturzo. 

Cardenal Becciu: la enseñanza sociopolítica del padre Sturzo es aún actual

El Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos celebra la clausura del año Sturziano en memoria del siciliano Don Luigi Sturzo, siervo de Dios.

Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano

Concluye en Italia el año Sturziano, en memoria del Siervo de Dios, el sacerdote siciliano Don Luigi Sturzo, cuya causa de beatificación y canonización está en marcha para el estudio y verificación de su nivel de adhesión al Evangelio. Para el cierre de este año Sturziano, el Cardenal Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, ha presidido la Santa Misa en la Catedral de la localidad siciliana Caltagirone. “Este año ha despertado un renovado interés en la figura y el testimonio humano y cristiano de este sacerdote siciliano” ha expresado el Prefecto.

“La santificación” ha sido el tema sobre el que se ha centrado en su homilía, asegurando que nuestra santificación en Jesús ocurre a través del bautismo: “el sacramento del bautismo, que nos hace miembros de Cristo, es la fuente de santidad a la que todos estamos llamados según la exhortación: "Sé santo, porque yo, el Señor, tu Dios, soy santo" (Lev 19,2 ). Esta es la invitación que Dios, a través de Moisés, dirige a Israel en el contexto de la Antigua Alianza, para llamarlo a una vida de comunión con él”.

La Santidad: una llamada para todos

El Prefecto ha asegurado que, por absurdo que parezca, es posible ser santos como nuestro Dios “viviendo el Evangelio, cuyo núcleo esencial es el amor incondicional al prójimo”. También ha explicado que la santidad es “realizar en nosotros la semejanza con Dios, viviendo de manera conforme con su voluntad que se nos revela en los mandamientos resumidos por Jesús en el único mandamiento de amor y que tiene dos receptores: Dios y el prójimo” y ha puntualizado además que la santidad “no es una llamada reservada para algunas personas”, sino “para todos”. En este sentido, el Cardenal Becciu señala que “todos los bautizados estamos llamados a santificarnos en cada condición de la vida, anteponiendo la voluntad de Dios a la propia”.

Padre Luigi Sturzo: figura histórica del catolicismo italiano

Para el Cardenal, la santidad “da pleno significado a la vida de cada hombre” y para nosotros los cristianos “es el ideal al que aspiramos”. Es por ello que, si observamos a lo largo de la historia, ha habido hombres y mujeres que han tomado en serio el llamado a la santidad, esforzándose por vivir el Evangelio plenamente. Entre ellos, ha recordado al Siervo de Dios padre Luigi Sturzo. “Esta figura histórica del catolicismo italiano identificó en el compromiso social de los católicos el punto de gravedad de una renovada participación de los católicos en la vida del país. De ahí su compromiso con un programa social popular y democrático-cristiano” ha expresado.

Convicción de que Estado y la Iglesia están llamados al bien común

Recordando al sacerdote siciliano, el Cardenal Becciu ha explicado que destaca por su creencia de que el Estado y la Iglesia “están llamados a colaborar por el bien de las mismas personas, pero en la clara distinción de roles y competencias”. “Fue un promotor y guardián de la visión cristiana del secularismo del estado – dice – que no es oposición ni contraste, sino respeto y colaboración entre las comunidades civiles y eclesiales por el verdadero bien del hombre y la familia humana”. En este sentido, el Card, Becciu subraya que el padre Sturzo recuerda aún hoy “que los cristianos deben sentir el deber de participar activamente en la vida de la comunidad” pero también “en la política”.

Fuente inspiración

 Por último, el Prefecto de la Congregación para las causas de los Santos ha destacado “su testimonio de fe” y “su enseñanza sociopolítica”, asegurando que son “una herencia admirable de Italia”, pues su persona y su mensaje, aún actual, “han cruzado las fronteras de nuestra nación y se han convertido en una fuente de inspiración para aquellos que, en los distintos países, especialmente en Europa, sienten la necesidad de dar un nuevo impulso a la animación cristiana de las realidades temporales”.

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18 enero 2020, 19:26