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Ciudad del Vaticano

En el marco de la inauguración en Alepo de la Catedral católica armenia dedicada a la Virgen del Socorro, "reconstruida como un testimonio de fe que no se derrumba", nuestra colega Gabriella Ceraso entrevistó al cardenal Mario Zenari, nuncio en Siria, quien habla sobre la fiesta que acompañó al evento, así como de las palabras que el Papa envió al pueblo sirio y su significado concreto para la situación actual del país.

"Fue un hermoso día de celebración, una hermosa fiesta que Alepo necesitaba, que los cristianos necesitaban especialmente", explica el cardenal Zenari.

"Este mensaje que vino del Papa animó a los cristianos, pero también a toda la población, a continuar después de esta prueba que han vivido. Diría que participaron todos, las Iglesias de los diversos ritos, de los cinco ritos orientales, la Iglesia latina, pero también participaron las Iglesias hermanas ortodoxas y protestantes presentes en Alepo y también nuestros amigos musulmanes y las autoridades civiles. Fue un día de alegría, una fiesta de esperanza, que era muy necesaria".

- ¿Podría hablarnos de alguna parte del mensaje del Papa?

R. - Por supuesto, el Papa recordó la fidelidad de estas Iglesias en tiempos difíciles, su fidelidad al Señor muerto y resucitado, y les animó a continuar, a dar de nuevo este testimonio de fe, esperanza y caridad. 

- El hecho de que haya una iglesia que vuelve a su antiguo esplendor es una señal de renacimiento, ¿se refleja también en el resto del territorio?

R. - Ahora, aquí en Alepo, casi todas las iglesias han sido restauradas. Desgraciadamente, hay toda una Siria que todavía está esperando ser reconstruida. Basta pensar en algunas infraestructuras: los hospitales, más del 50 por ciento están cerrados o son parcialmente funcionales y una de cada tres escuelas no es accesible... La recuperación económica que todo el mundo espera se retrasa, y la pobreza creciente se está experimentando de primera mano.

Así que fue un bonito signo de esperanza ver la catedral donde los cristianos pueden tomar conciencia de su responsabilidad de ser un signo de reconciliación y de renacimiento. Pero yo diría que hay toda Siria esperando ser reconstruida. 

- Sería bueno que usted nos hablara de diferentes representaciones religiosas, ¿es la antigua Siria, la que una vez existió y que era amada y ejemplar?

R.  - Sí, he visto este momento de convivencia entre los diferentes grupos étnico-religiosos y esperamos que pueda contribuir al trabajo de reconciliación y reconstrucción en Siria.