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Cardenal Leonardo Sandri, en una foto de archivo Cardenal Leonardo Sandri, en una foto de archivo 

Sandri: con humildad, el conocimiento se convierte en servicio

En la inauguración del Simposio sobre el Oriente cristiano en el Occidente latino, con ocasión del 300 aniversario de la Biblioteca Oriental de Assemani, el Cardenal Leonardo Sandri recordó la figura del erudito, metiendo en resalto su humildad, que lleva a “reconstruir puentes o lazos a veces olvidados o de los que quizá alguien quiera negar la existencia”

Ciudad del Vaticano

En el contexto académico de la Biblioteca Apostólica Vaticana, el cardenal Leonardo Sandri Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, participó en el inicio del Simposio sobre “El Oriente cristiano en el Occidente latino” que se lleva a cabo con ocasión del 300 aniversario de la Biblioteca Oriental de Assemani.

El purpurado destacó el legado del arzobispo libanés, el erudito José Simón Assemani, y subrayó cómo su figura “puede ser un camino hacia la Tierra de los Cedros, ‘donde los que tienen responsabilidades en diversos campos, políticos, económicos, eclesiales, deben ser los humildes servidores del bien común de toda la población, sin distinción alguna’”.

“José Simón Assemani – dijo – vivió y fecundó la latinidad, eclesiástica y cultural de Occidente, estableciendo un diálogo fructífero que ha permitido, a través de diversos estudios, colecciones, obras, colecciones de libros, recordarnos a todos quiénes somos y de dónde venimos”.

Con humildad, el conocimiento es servicio

Sandri destacó la humildad de Assemani, quien consagrara toda su existencia a la investigación. Con esa humildad, “el conocimiento no se convierte en un poder para oprimir a otros, junto con muchas otras formas antiguas y modernas, sino que es un servicio que nos hace redescubrir puentes y lazos a veces olvidados o de los que quizá alguien quiera negar la existencia”, dijo.

La enseñanza de Assemani, prosiguió, “no sólo por lo que descubrió y recogió con rigor”, sino “sobre todo en su estilo persona”, se convierte en una advertencia y una responsabilidad para los estudiosos de hoy, llamados a comprometerse, a servir y no a ser auto referenciales, que están satisfechos con sus propios conocimientos, aunque sean vastos, sino que también es un llamado a los hijos del pueblo libanés, en estos días perturbados por los movimientos de protesta que exigen justicia, paz social, equidad en la distribución de los recursos”.

Una sacudida de humanidad, competencia y honestidad

“La figura del gran estudioso que ha hecho redescubrir los tesoros de Oriente en Occidente, y en particular en Roma, debería ser un estímulo para una nueva sacudida de humanidad, competencia y honestidad, que permita al Líbano seguir siendo ese país, mensaje y laboratorio que durante casi cien años -estamos en vísperas de las celebraciones del centenario del Gran Líbano- permite vivir, incluso antes de su firma en Abu Dhabi, en febrero de este año, los principios que inspiraron el Documento sobre la Fraternidad Universal, con el respeto de la dignidad inviolable de todo ser humano, la libertad religiosa y la restauración de la justicia en la sociedad”, concluyó.

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08 noviembre 2019, 15:32