El Putumayo de Colombia en el Sínodo: cuidar la Amazonía es cuidar al mundo
Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano
Escuchar a los pueblos amazónicos es lo que pide el Papa Francisco en este Sínodo sobre la Amazonía. En Pope hablamos con José Narciso Jamioy Muchavisoy, profesional en administración de empresas y taita, (maestro) del pueblo Kamsá, del Putumayo en Colombia; quien nos habla sobre las expectativas de su gente, así como las necesidades y desafíos a los que se enfrentan los habitantes de esta región que es considerada por muchos, como la Puerta de la Amazonía.
Los indígenas y el cuidado de la Casa Común
"Participo en este Sínodo con la esperanza de poder hacer escuchar la voz de las comunidades de la Amazonía y el anhelo de que esto fortalezca nuestra identidad y nuestros valores", explica José Narciso manifestando su deseo de que el mundo comprenda que los indígenas tienen mucho que aportar en el cuidado de la Casa Común.
Acabar con los desastres ecológicos
Asimismo, el representante del pueblo Kamsá subraya la importancia de trabajar en favor de un desarrollo sostenible que acabe con los desastres ecológicos provocados por la acción humana como son los incendios, la contaminación de las aguas y del aire, así como la deforestación; ya que todos estos elementos amenazan la supervivencia de la Amazonía que repercute sobre toda la humanidad.
Cada elemento de la creación está conectado a otro de manera directa o indirecta, es por ello que cuidar el bioma amazónico y los pueblos que lo habitan, implica al mismo tiempo, "ciudar el futuro del planeta Tierra".
Y todo esto, sin olvidar hacer uso de la "prudencia audaz a la luz del Espíritu", que pide el Papa Francisco, con el fin de proyectar una mirada profética que devuelva la dignidad a la Amazonía, hoy lugar de demasiados "pecados ecológicos" -como se definieron en el Aula del Sínodo-, desde la deforestación hasta la minería salvaje y la contaminación: una profecía que -recordó el Santo Padre- sabe recoger el grito de esta tierra con amor pastoral y oración, con el coraje de las mujeres y hombres de Dios.
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