Monse?or Pizarro: "protejamos el Amazonas, pulmón del mundo"
Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano
Tras el inicio de los trabajos del Sínodo sobre la Amazonía, en Pope hablamos con Monseñor Héctor Javier Pizarro, obispo colombiano, Vicario Apostólico del Vicariato de Trinidad ubicado en el oriente de Colombia, quien explica cómo se trabaja en esta región y cuál es su aporte para este Sínodo.
Amazonas, pulmón del mundo
"He venido al Sínodo aceptando la invitación que nos ha hecho el Santo Padre Francisco para formar parte de esta iniciativa de sacar adelante la tarea de la Evangelización en lugares tan complicados como lo es toda la zona amazónica", explica el prelado argumentando que este evento sinodal, convocado por el Papa, tiene como finalidad que el mundo entero comprenda la grandeza que tiene el bioma amazónico para toda la humanidad.
Además, Monseñor Pizarro hace hincapié en que poco a poco nos hemos convertido en "depredadores de esta naturaleza", extrayendo minerales, maderas, árboles, y dañando la vegetación, sin darnos cuenta de que en realidad estamos destruyendo nuestras propias vidas al impedir que la Tierra respire, ya que el Amazonas es el "pulmón del mundo".
En cuanto a su participación en el Sínodo, el Vicario Apostólico profundizará sobre el tema de cómo serían los ministerios nuevos que podrían darse en la Iglesia a los laicos para poder desarrollar en colaboración con sus pastores, una tarea más evangelizadora, más dinámica, más clara y más comprometida.
Una Iglesia con un laicado más dinámico
Asimismo, el prelado manifiesta que desde el Concilio Vaticano II, "los laicos tienen mucho que aportar a la vida de la Iglesia", y que por tanto, la jerarquía eclesial no puede ni debe marginarlos, ya que estamos "en la época del laicado".
"Esperamos que este Sínodo dé respuestas interesantes para que la vida de los laicos en la Iglesia sea más dinámica y comprometida", insiste Monseñor Pizarro.
Pocos sacerdotes y enormes distancias geográficas
Por otra parte, las enormes distancias geográficas que caracterizan la región amazónica, el escaso número de sacerdotes presentes en la Amazonía, así como la creciente destrucción de la Madre Tierra, son algunas de las dificultades más grandes a las que se enfrenta la Iglesia local y regional.
Desafíos que se debatirán en el Sínodo y que esperan poder ser vencidos gracias al diálogo fraterno y la búsqueda del bien común, en favor de sus habitantes y de toda la humanidad.
"Si queremos salvar la vida del mundo, defender nuestro pulmón, es necesario que todos apunten a que el Amazonas no es un lugar extractivo sino un lugar que nos puede dar vida, pero para ello debemos cuidarlo", concluye el prelado.
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