Papa en los Emiratos. Card. Parolin: ?nueva página de fraternidad entre religiones?
Roberto Piermarini - Ciudad del Vaticano
En la entrevista, el Secretario de Estado del Vaticano define a los Emiratos Árabes Unidos como un puente entre Oriente y Occidente, así como una tierra multicultural, multiétnica y multirreligiosa. El mensaje del Papa -afirma- será un mensaje para todos los líderes y miembros de las religiones, para que trabajen juntos en la construcción de la unidad, la paz y la armonía en el mundo para redescubrir la raíz de nuestra fraternidad, con vistas a una lucha clara y explícita contra todo tipo de fundamentalismo y radicalismo que conduzca al conflicto y a la confrontación.
Asimismo, el cardenal Parolin recuerda que el viaje apostólico del Papa lo llevará a encontrarse con los numerosos católicos presentes en el país, a los que quiere animar para que sigan dando su testimonio cristiano y contribuyan en la construcción de una sociedad de paz y reconciliación.
- Francisco es el primer Papa que visita los Emiratos Árabes Unidos. ¿Cuáles son las perspectivas de este viaje definido por muchos como histórico?
- Sí, es la primera vez que un Papa va a los Emiratos Árabes Unidos y, en general, a la Península Arábiga. Quisiera subrayar en primer lugar las características de esta tierra, una tierra que es un poco como un puente entre Oriente y Occidente. Piensa en los aeropuertos: normalmente, para ir al este hay que pasar por algún aeropuerto de los Emiratos Árabes Unidos. Además, es una tierra que se caracteriza por ser una tierra multicultural, multiétnica y multirreligiosa. En esta realidad, el Papa va sobre todo -como él mismo dijo en el video mensaje que dirigió con ocasión del viaje- a escribir una nueva página en la historia de las relaciones entre las religiones, confirmando sobre todo el concepto de fraternidad; al menos ésta es la expectativa y la esperanza.
Por lo tanto, será un mensaje para todos los líderes de las religiones y para todos los miembros de las religiones para que se comprometan de manera común a construir la unidad, la paz y la armonía en el mundo. Evidentemente, el Papa encontrará también una comunidad cristiana, una comunidad católica y su voluntad hacia estos hermanos y hermanas en la fe; será sobre todo una presencia de consuelo y aliento para seguir en su testimonio cristiano.
- El Papa Francisco participará en el Encuentro Interreligioso que se celebrará en Abu Dhabi. En un mundo herido por el fundamentalismo, ¿qué papel juegan estos acontecimientos?
- Creo que tienen un papel fundamental porque una vez más las religiones se unen para afirmar el mensaje de la fraternidad universal.
Todos somos hermanos, todos tenemos la misma dignidad, compartimos los mismos derechos y los mismos deberes, somos hijos del mismo Padre en el cielo. Se trata, pues, de redescubrir la raíz de nuestra fraternidad, que es la pertenencia común de la humanidad. Y todo ello, por supuesto, con vistas a una lucha muy clara y explícita contra todo tipo de fundamentalismo, contra todo tipo de radicalismo que pueda conducir al conflicto y a la confrontación, y con vistas a construir caminos de reconciliación y de paz. Podemos usar la siguiente imagen, ya que allí hay mucho desierto: muchas veces las rutas del desierto se cubren de arena, las tormentas las hacen desaparecer. Se trata de encontrarlas de nuevo y de empezar a recorrerlas todos juntos, de tal manera que ofrezcamos una verdadera esperanza a nuestro mundo tan dividido y tan fragmentado.
- El Corazón de este viaje, es la celebración eucarística en el estadio de la capital: ¿será la presencia del Papa en esta zona apoyo y esperanza también para tantos cristianos que no pueden vivir libremente su fe?
- Sí, como he dicho anteriormente, hay muchos cristianos que viven allí; muchos cristianos que vienen tanto de países vecinos como de otras partes del mundo. Van a esa tierra para encontrar oportunidades de trabajo, pero al mismo tiempo su presencia allí se convierte en una experiencia de encuentro con el otro.
Y me parece que también hay que destacar la voluntad y el compromiso de las autoridades de estos Estados, de estos países, para que se conviertan en modelos de convivencia y colaboración entre los distintos componentes.
Por lo tanto, esperamos que los cristianos que están allí puedan continuar haciendo su contribución también a la construcción de esa sociedad, pero más en general a la paz y la reconciliación en el mundo. Y a los hermanos y hermanas católicos que encuentran dificultades y también hacen muchos sacrificios para vivir su fe, quiero decirles en este momento que estamos cerca de ellos, que nos sentimos realmente unidos a ellos por una fraternidad cristiana subyacente y que hacemos todo lo posible para ayudarlos a través de los medios que tenemos a nuestra disposición.
- Usted mismo fue a los Emiratos Árabes Unidos en 2015, donde inauguró una iglesia. ¿Qué realidad encontrará hoy el Papa?
- Podría sintetizar un poco las características de esta Iglesia -que yo también pude conocer, precisamente, hace algunos años con ocasión de la consagración de una nueva iglesia dedicada a San Pablo Apóstol- en torno a tres adjetivos:
En primer lugar, es una Iglesia grande; es una Iglesia de rostro compuesto, porque está constituida por fieles de diferentes culturas, con diferentes lenguas y ritos, y que se convierte también, en cierto sentido, en un "laboratorio de unidad y de comunión", porque el desafío es precisamente que, incluso dentro de estas diferencias, diferencias acentuadas; se encuentre en la Iglesia una casa común.
Probablemente, incluso aquí hay desafíos y también hay dificultades y a veces incluso tensiones. Pero me parece que hay un esfuerzo por parte de todos, bajo la guía de los pastores locales, para vivir una auténtica comunión. Y una tercera característica es que me parece una Iglesia muy dinámica, una Iglesia llena de vida, llena de vitalidad tanto en su interior. Bastaría con participar -y el Papa lo hará porque celebrará la Misa- en las celebraciones de esta comunidad para ver cómo son comunidades verdaderamente vibrantes, participando plenamente en las celebraciones litúrgicas - y al mismo tiempo comprometiéndose a dar testimonio en el ambiente en el que se encuentra y a ponerse al servicio de la sociedad en la que vive y trabaja.
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