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Ciudad del Vaticano

Serán 32 los nuevos reclutas de la Guarda Suiza Pontificia que en la tarde del VI domingo de Pascua harán el juramento en el Vaticano. Aunque antes de la solemne ceremonia, en la mañana del 6 de mayo, ha tenido lugar la Santa Misa para todo el cuerpo, presidirá por el Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin. Una celebración que recuerda a los 147 guardias caídos para defender al Papa durante el saqueo de Roma en 1527.

Desde el altar de la Cátedra de San Pedro en el Vaticano, Parolin ha alentado a los jóvenes reclutas a “no contentarse con una existencia mediocre” asegurando que “somos amigos de Cristo y nos convertimos en santos hoy".

Y concluyó, citando a San Gregorio Magno: "Vuestra misión es un testimonio, es un martirio de paciencia y fidelidad en las ocupaciones diarias del servicio. Y cuando hay momentos difíciles, con dificultades y tentaciones, no olvidéis que convertirse en santos, ser amigos de Cristo, también implica una lucha real, una lucha diaria y continua". Pero los santos nos testifican que es posible.

La ceremonia de juramento

El juramento tendrá lugar en el Patio de San Dámaso del Palacio Apostólico a las 17:00 horas. Los 32 nuevos guardias harán el juramento en la bandera del cuerpo, con la presencia, entre otras personalidades, del prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo Georg Gänswein y del consejero de la Secretaría de Estado, el arzobispo Paolo Borgia.

El juramento, leído por el capellán, será repetido por los nuevos reclutas en una versión reducida: "Juro servir con fidelidad, lealtad y honor, al pontífice reinante, Francisco y sus sucesores legítimos, a dedicarme con todas mis fuerzas, sacrificando si es necesario también mi vida en su defensa. Asumo las mismas obligaciones con el Colegio Cardinalicio durante la vacante de la Sede Apostólica. Prometo también al Comandante y a los otros superiores respeto, fidelidad y obediencia. Así juro, que Dios y nuestros santos patronos me ayuden".

El nuevo casco: negro y de PVC

Durante la Conferencia de Prensa para presentar el Juramento, que tuvo lugar el viernes pasado en el cuartel de la Guardia Suiza Pontificia, se presentó el nuevo casco negro. La novedad está en el material y, sobre todo, en la técnica de producción. Queda atrás el hierro forjado y se da paso al PVC. Además el casco será producido en Suiza con la tecnología de vanguardia de la impresora en 3D.

El nuevo casco - del que ya se han fabricado cuarenta piezas - es mucho más ligero y cómodo y los costes de producción se reducen a la mitad. Los Guardias Suizos comenzarán a utilizarlos en cuanto se hayan producido todas las piezas para todos los miembros del Cuerpo, esperando que los donantes privados y patrocinadores financien la producción para "donar" un casco a cada recluta y no cargar así con las finanzas de la Santa Sede. Los nuevos cascos, además, comparados con los tradicionales, llevan el escudo de armas papal de Julio II, el Papa que fundó el Cuerpo en 1506.