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Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano

En vistas al próximo Sínodo de los Jóvenes en Octubre de 2018, que tendrá lugar en Roma, la Penitenciaría Apostólica Vaticana está desarrollando entre el 26 y 27 de abril el Congreso "Confesión, jóvenes, fe, discernimiento vocacional".

Salvatore Martínez, uno de los participantes del congreso y Presidente en Italia del Movimiento de la “Renovación en el Espíritu Santo”, asegura que este congreso es una “buena oportunidad para una reflexión amplia” y para “buscar una síntesis de que podemos hacer en la Iglesia y en la historia”.

El gran desafió para las nuevas generaciones es – explica Salvatore Martínez - “el discernimiento en la vida de la Iglesia y en la vida de la sociedad sobre el tema de la fe”. Una fe que “es una persona” asegura, y el cómo la podemos llamar y servir en la historia “va a ser un tema decisivo para los jóvenes en el Sínodo central en el pensamiento del Papa y de los Obispos”.

Mismas dificultades siglo tras siglo 

Salvatore también ha hablado de las dificultades a las que nos enfrentamos para vivir y confesar la fe, aseverando que “son las mismas en cada siglo”: “Son la oposición al evangelio de Cristo, al Espíritu Santo, al Cuerpo de Cristo (que es la Iglesia), a una moral católica y a ser laicos cristianos encarnados en la historia”.

Pero también hay algo que no es lo mismo que en siglos pasados: “el mundo increíble de los Social Media” – asegura – “un mundo que decimos virtual pero que va a ser real” y que al no existir en otros siglos es “una inédita representación del real”. Un mundo, continuó, que pone “nuevas oportunidades y problemas” y es por ello que se hacen siempre la mismas preguntas: ¿Dónde está Cristo?, ¿Dónde está el Espíritu de Cristo y que podemos hacer como comunidad cristiana?

Los actuales desafíos de los jóvenes

Por último, citó cuatro desafíos a los que se enfrentan los jóvenes en la actualidad. Encabezando la lista está “el tema del trabajo”, es decir, “la oportunidad de tener manera de vivir y manera de construir una familia y un futuro”. El segundo: El tema moral. “Hay una moral anticristiana, una moral pagana que va a ser siempre más fuerte en los corazones de los jóvenes” -asegura - y por eso, continúa, “no es fácil proclamar a Jesús y su evangelio en la vida juvenil”. En tercer lugar citó “la crisis y la dificultad de las familias”, afirmando que es un gran tema porque “no se va a generar vida” y los jóvenes quieren “familia, comunidad, fraternidad y relaciones”. Y por último, habló de la “situación política”: “Se necesita un compromiso social, un compromiso político y nuevos modelos de líderes” porque los jóvenes - puntualiza – “no tienen referencias, no tienen testigos que les puedan impulsar en esta capacidad”.

“El Papa Francisco quiere que la fe se pueda encarnar como expresión de misericordia y se pueda encarnar como sociedad en la vida de la gente” explica Martínez, “pero muchos jóvenes no tienen el impulso para hacer esto y es una gran frustración porque quieren ser protagonistas de la historia”.