El Papa a los gobernantes: Que en el Jubileo se ponga fin a la guerra
Benedetta Capelli - Ciudad del Vaticano
«El desprecio por la vida, una derrota para todos». Así explicó el Papa Francisco la guerra al final del Ángelus en la Plaza de San Pedro, pidiendo un compromiso cada vez más fuerte a los gobernantes y con ocasión del Jubileo de la Esperanza.
Reitero el «no» a la guerra, que destruye, lo destruye todo, destruye la vida e induce a despreciarla. Y no olvidemos que la guerra es siempre una derrota. En este año jubilar, renuevo mi llamamiento, especialmente a los gobernantes de fe cristiana, para que hagan todo lo posible en las negociaciones para poner fin a todos los conflictos en curso.
Oración por la paz
En su llamamiento no han faltado referencias a los principales escenarios bélicos; países que el Papa Francisco recuerda cada vez.
Recemos por la paz en la atormentada Ucrania, en Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán, Kivú del Norte.
Acoger la vida
En la guerra se viola la vida, pero en Italia hoy se celebra la Jornada de la Vida, bajo el lema «Transmitir vida, esperanza para el mundo». Francisco expresó su cercanía a quienes apuestan por la familia.
Me uno a los Obispos italianos para expresar mi gratitud a las numerosas familias que acogen de buen grado el don de la vida y para animar a las parejas jóvenes a no tener miedo de traer hijos al mundo. Y saludo al Movimiento italiano por la vida, que celebra su 50 aniversario.
La vida de los más pequeños
Por último, un saludo a los fieles presentes en la plaza de San Pedro, procedentes de Italia y de otras partes del mundo, en particular de España, Marsella, Polonia, Croacia, Bulgaria y la India.
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