El Papa a los óԱ: Haced la revolución de la caridad y el servicio
Edoardo Giribaldi - Ciudad del Vaticano
Elogio del compromiso de «promover la justicia social y el desarrollo humano integral», alentado por «la fe católica y su visión de un mundo cada vez más conforme al designio de amor de Dios sobre la familia humana». Con estas palabras, el Papa Francisco recibió en la mañana de hoy, 19 de septiembre, a una delegación del movimiento internacional de estudiantes católicos «Pax Romana», formado originariamente en Friburgo, en 1921, con el objetivo de evangelizar los ambientes universitarios.
Jóvenes revolucionarios y protagonistas
Francisco inició su reflexión entrelazándola con la que se remonta al Sínodo sobre los jóvenes de 2018, cuando animó a las nuevas generaciones a ser, haciéndose eco de la Exhortación apostólica postsinodal Christus Vivit, «protagonistas de la revolución de la caridad y del servicio».
Vuestra presencia y actividad -en el ámbito académico, en los lugares de trabajo o en las calles de las ciudades- persigue este fin, trabajando para construir un mundo más compasivo, armonioso y fraterno.
Ciudadanía global y acción a nivel local
El Papa recordó las obras «de educación y formación» puestas en marcha por el Movimiento en Francia, Tailandia y Kenia, basadas en «el testimonio del Evangelio y la doctrina social de la Iglesia». Iniciativas ambivalentes, capaces por una parte de promover «un sentido de ciudadanía global», y por otra de fomentar «la acción a nivel local». Así, «Pax Romana» se erige en preludio de una profundización y comprensión de «las cuestiones sociales más acuciantes de nuestro tiempo», posibilitando que los jóvenes «promuevan cambios eficaces en sus propias comunidades, sirviendo así de fermento evangélico».
Escucha, participación y diálogo
Un mensaje, el de Francisco, que también toca el tema actual del Sínodo sobre sinodalidad. Al mencionarlo, el Papa animó a los presentes «como individuos y todos juntos» a dejarse implicar «en el camino sinodal de la Iglesia». Un avance hecho de «camino compartido, de escucha, de participación y compromiso en un diálogo abierto al discernimiento, y también a estar atentos a la suave voz del Espíritu Santo».
Os animo también a acoger la próxima celebración del Año Santo 2025 como una ocasión especial para la renovación personal y el enriquecimiento espiritual en unión con toda la Iglesia.
Todos somos peregrinos, disponibles a la fuerza de Jesús
La Puerta Santa, símbolo por excelencia del Jubileo, «nos recuerda que todos somos peregrinos, llamados juntos a una unión más profunda con el Señor Jesús y a la disponibilidad al poder de su gracia, que transforma nuestra vida y el mundo en el que vivimos», explicó Francisco.
Trabajar por la paz, la armonía y la justicia
El deseo del Papa para los jóvenes miembros del Movimiento es que su encuentro resulte «una fuente de renovada inspiración», con el objetivo, inspirándose siempre en la Exhortación Christus Vivit, de «trabajar por el desarrollo de la paz, la concordia, la justicia, los derechos humanos y la misericordia, y así por la propagación del Reino de Dios en este mundo». Francisco completó su mensaje encomendando a los presentes a la intercesión de María y a la del beato Pier Giorgio Frassati, «a quien espero contar entre los santos en el próximo Año Santo», concluyó el Papa.
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