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Marco Guerra - Ciudad del Vaticano

Al final del rezo del Ángelus, el Papa Francisco expresó su dolor por el gravísimo atentado terrorista que golpeó hace una semana una aldea de Burkina Faso. El Papa condenó la acción y expresó su cercanía a toda la nación:

He sabido con dolor que el sábado 24 de agosto, en la comuna de Barsalogho, Burkina Faso, cientos de personas, entre ellas mujeres y niños, fueron asesinadas y muchas otras resultaron heridas en un atentado terrorista. Al condenar estos atroces atentados contra la vida humana, expreso mi solidaridad a toda la nación y mi más sentido pésame a las familias de las víctimas. Que la Virgen María ayude al querido pueblo de Burkina Faso a recobrar la paz y la seguridad.

El asalto de yihadistas en moto

Los días 24 y 25 de agosto, Burkina Faso fue escenario de dos de los peores atentados terroristas de la historia del país, que costaron la vida a más de 200 personas; en total, unas 300 víctimas, según algunas fuentes no oficiales. El atentado del sábado 25 de agosto, el más sangriento, fue perpetrado por un centenar de yihadistas que irrumpieron en la ciudad de Barsalogho, 30 km al norte de Kaya, capital de la región Centro-Norte. Entre las aproximadamente 200 víctimas (140 heridos) había mujeres, niños y ancianos. Ayuda a la Iglesia Necesitada afirma que al menos 22 de los muertos eran creyentes cristianos. Según los informes, basados en testimonios de supervivientes, el ataque duró horas y comenzó cuando más de 100 yihadistas aparecieron en motocicletas y abrieron fuego con armas automáticas contra civiles y soldados que intentaban cavar trincheras defensivas para protegerse de los ataques terroristas.

Condena de la ONU

La masacre de Barsalogho, reivindicada por un grupo vinculado a Al Qaeda, también ha sido condenada en los últimos días por el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, que ha expresado «su solidaridad con las autoridades de la transición en su lucha contra el terrorismo» instándolas «a garantizar que los responsables de estas acciones despreciables rindan cuentas».

AIS denuncia otro ataque contra una comunidad cristiana

Al día siguiente, domingo 25 de agosto, milicianos islamistas atacaron el pueblo de Sanaba, diócesis de Nouna, en el oeste del país. Según informes de AIS (Ayuda a la Iglesia que sufre), un numeroso grupo de militantes rodeó la comunidad, acorraló a la población y ató a todos los varones mayores de 12 años que fueran cristianos, tradicionales y, en general, a los que se consideraba contrarios a la ideología yihadista. A continuación, los terroristas condujeron a los hombres a una iglesia protestante cercana y allí degollaron a 26 de ellos, entre ellos varios católicos.

Recrudecimiento de la violencia integrista

En general, todo el mes de agosto estuvo marcado en Burkina Faso por la violencia de los integristas islámicos. Previamente, se habían producido dos atentados terroristas en la provincia de Nayala, en la región de Boucle du Mouhoun. El 4 de agosto, hombres armados entraron en el pueblo de Nimina y secuestraron a más de 100 hombres de entre 16 y 60 años, cuyo paradero actual se desconoce. Más tarde, el 20 de agosto, fuentes locales informaron a Acs de ataques en las aldeas de Mogwentenga y Gnipiru, tras los cuales huyó parte de la población.