El Papa se reúne con los obispos de Calabria
Tommaso Chieco y Gabriella Ceraso - Ciudad del Vaticano
"Ha sido un encuentro muy cordial en el que el Papa nos ha acogido, nos ha escuchado y nos ha recomendado cercanía y atención a los problemas de nuestro territorio". Así se expresaba con una sonrisa monseñor Fortunato Morrone, arzobispo de Reggio Calabria y presidente de la Conferencia Episcopal Calabresa, a Radio Vaticano - Pope, pocos minutos después de la visita ad limina apostolorum que ha tenido lugar este lunes 22 de abril con el Papa Francisco en el Palacio Apostólico Vaticano. Durante el encuentro, todos los obispos han podido tomar la palabra y contar la vida de sus diócesis, abordando temas queridos por el territorio y también por el Papa: la migración, los jóvenes, el trabajo y la cercanía de la Iglesia.
La hospitalidad de los calabreses
Calabria es una tierra hermosa, tanto la propia tierra como sus habitantes. "Con el Papa hemos podido destacar ante todo la acogida, que no es un concepto 'sacado del aire', es una acogida puntual", dice el prelado, "basta pensar en el problema de los inmigrantes. Estamos hablando de toda la costa de esta región: la costa jónica, luego la costa tirrénica desde Reggio Calabria hasta Crotone, donde hace un año -recordemos- frente a las costas de Cutro, una embarcación llena de inmigrantes que había partido de Turquía volcó causando la muerte de 94 personas, entre ellas 35 menores. Pero "la Iglesia está ahí", subraya monseñor Morrone, y aunque en una situación de angustia y dificultad, "nuestras Cáritas han estado ahí en esos momentos dramáticos", y "si no hubieran estado, creo que nuestras instituciones habrían hecho aguas, digamos".
La "hemorragia" de jóvenes en el sur
Un problema antiguo y endémico en el sur de Italia es el de los jóvenes que, al no encontrar trabajo, se marchan al norte o incluso al extranjero: una auténtica "hemorragia", otro de los temas abordados en el encuentro con el Papa. "En dos horas intensas -explicó Morrone- le dijimos al Papa que 'como Iglesia estamos trabajando en nuestras realidades diocesanas no para retener a los jóvenes, porque los jóvenes deben ser libres para tener experiencias, sino para traer de vuelta las muchas excelencias que están fuera y no han encontrado un lugar en Calabria'. Nuestro esfuerzo, continuó el arzobispo de Reggio Calabria, es intentar apoyar los proyectos de los jóvenes, darles "piernas": pensar globalmente y actuar localmente.
La unidad y la unicidad de los obispos calabreses
"¡El Papa se lo ha olido!", exclamó monseñor Morrone, revelando lo puntual de la atención del Papa al destacar una particular "fraternidad" que existe entre los pastores de la Región. Una "bella armonía" que no significa ausencia de problemas, sino caminar juntos, un aspecto "entre los más bellos". "En definitiva", subrayó el presidente de los obispos, "el Papa nos ha animado en este camino de fraternidad, en esta unidad de la que emerge nuestra unicidad". Al confirmar en la fe a la Conferencia Episcopal de Calabria, el Pontífice reiteró también algunos de los pilares de su magisterio: la misión y la Iglesia en salida. "Y en esto, nosotros, gracias a Dios, también con el camino sinodal estamos caminando: hay tantas realidades hermosas" y sobre todo "una humanidad que es palpable".
La fuerza del Papa nos da coraje
Entre las palabras que los obispos calabreses se llevarán a sus comunidades al final de la visita ad limina está "coraje". "Aquí, el Papa nos dice 'ánimo, prosigamos, vayamos adelante'. Y esta fuerza suya nos sostiene: el Papa está cerca de nosotros".
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