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Pope

Era el año de la publicación de de Juan XXIII cuando la Santa Sede y la República de Corea firmaron oficialmente acuerdos diplomáticos, en una tierra donde incluso antes algunos mártires de los siglos XVIII y XIX habían "arrojado las semillas de lo que se ha convertido en una Iglesia floreciente y ferviente". Con , Matthias Ri Iong-Hoon, Presidente de los Obispos católicos coreanos, el Papa recuerda los 60 años de relaciones entre el Vaticano y Seúl, ampliando su mirada sobre lo que se ha construido con el “anuncio del Evangelio” y el "crecimiento de la Iglesia local”, con su contribución al bienestar de la sociedad coreana”. Francisco escribe para unirse espiritualmente a la misa presidida esta mañana por el cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, en la basílica de San Juan de Letrán en Roma. 

Juventud y paz

Al recordar el viaje apostólico a este país en agosto de 2014, que culminó con la beatificación de más de cien mártires, el Papa Francisco expresa la esperanza de que la presencia de la Iglesia "siga dando frutos culturales y espirituales, especialmente para los marginados, empobrecidos y sin esperanza". Otro deseo se dirige a los jóvenes, "herederos - escribe - de este gran testimonio de fe", para que "lleven adelante este precioso testimonio de Cristo mientras se preparan para las celebraciones de la Jornada Mundial de la Juventud que se celebrará en 2027". El último pensamiento, que también es una esperanza, es que "las buenas relaciones entre la República de Corea y la Santa Sede sigan floreciendo mientras trabajamos juntos - concluye el Papa - en cuestiones de interés común, en particular la paz y la reconciliación en la Península coreana".