蜜桃交友

Cecilia Mutual - Pope

鈥淐uando el hombre se cree que se hace a sí mismo y se olvida de la gratitud, olvida la realidad fundamental de la vida: que el bien viene de la gracia de Dios, de su don gratuito鈥�: fue la observación del Papa Francisco en su alocución previa a la oración del Ángelus del XXVII domingo del tiempo ordinario, reflexionando sobre la parábola evangélica de los viñadores infieles del Evangelio de Mateo.

Asomado desde la ventana del Palacio Apostólico, ante una soleada plaza de San Pedro, el Papa habló a los peregrinos congregados de esta 鈥減arábola dramática con un final triste鈥� (cfr. Mt 21,33-43): la del dueño de una viña que la arrienda porque debe irse al extranjero y cuando llega el momento de la vendimia, 鈥渆nvía a sus siervos para recibir los frutos. Pero los viñadores los maltratan y los matan鈥�; y cuando manda a su hijo, 鈥渆llos lo matan también鈥�. El Santo Padre afirmó que 鈥渆l propietario hizo todo bien, con amor鈥�, confió la viña a los viñadores 鈥渁rrendándoles su preciado bien y tratándolos de manera justa, para que estuviese bien cultivada y diese fruto鈥�.

Sin embargo, en la mente de los viñadores se insinuaron pensamientos ingratos y ávidos. 鈥淣o tenemos necesidad de dar nada al dueño. El producto de nuestro trabajo es solamente nuestro. ¡No tenemos que rendir cuentas a nadie!鈥�.

"Tengan siempre en cuenta 鈥� enfatizó Francisco 鈥� que en la raíz de los conflictos siempre hay algo de ingratitud y pensamientos ávidos, de poseer pronto las cosas鈥�.

Según el Papa, los viñadores 鈥渄eberían estar agradecidos por todo lo que han recibido y por el modo en que han sido tratados.  En cambio, señaló, 鈥渓a ingratitud alimenta la avidez, y crece en ellos un sentimiento progresivo de rebelión que los lleva a ver la realidad de manera distorsionada, a sentirse acreedores en vez de deudores del propietario que les había dado trabajo鈥�. Y así 鈥渄e viñadores se convierten en asesinos鈥�.

El Obispo de Roma recordó entonces 鈥渓o que sucede cuando el hombre se cree que se hace a sí mismo y se olvida de la gratitud鈥�, olvidando así 鈥渓a realidad fundamental de la vida: que el bien viene de la gracia de Dios, que el bien viene de su don gratuito鈥�.

Cuando olvida esto, la gratuidad de Dios, termina por vivir la propia condición y el propio límite no ya con la alegría de sentirse amado y salvado, sino con la triste ilusión de no tener necesidad de amor ni de salvación. Uno ya no se deja querer, y se encuentra prisionero de su propia codicia, prisioneros de la necesidad de tener más que los demás, de querer estar por encima de los demás.

De ahí 鈥搃ndicó鈥� provienen tantas insatisfacciones y recriminaciones, tantas incomprensiones y tantas envidias; y que, a causa del rencor, se puede caer en el torbellino de la violencia.

Por ello, el Pontífice invitó a preguntarnos si nos damos cuenta de que hemos recibido la vida como un don, que todo comienza por la gracia del Señor. "Y sobre todo en respuesta a la gracia, ¿sé decir 'gracias'?", preguntó.  

鈥淧reguntémonos 鈥� añadió 鈥� si esas pequeñas palabras, 鈥榞racias鈥�, 鈥榩ermiso鈥�, 鈥榩erdón鈥�, 鈥榙isculpa鈥� están presentes en nuestras vidas鈥�.

Al concluir su alocución, Francisco dirigió su oración a María para que 鈥渘os ayude a hacer de la gratitud la luz que surge todos los días del corazón鈥�.