Que el desarrollo tecnológico esté al servicio de la justicia y de la paz
Pope
Tras la celebración, este 10 de enero en la Casina Pío IV, del evento AI Ethics: An Abrahamic commitment to the Rome Call, durante el cual monseñor Paglia, presidente de la Pontificia Academia para la Vida, acompañó al rabino jefe, Eliezer Simha Weisz, y al jeque, Abdallah bin Bayyah, en la firma oficial del documento sobre inteligencia artificial, el Santo Padre recibió a un centenar de participantes, poco antes de mediodía, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.
Después de agradecer al arzobispo Paglia las amables palabras de introducción y de saludar al rabino Eliezer Simha Weisz y al jeque Abdallah bin Bayyah, junto a los señores Brad Smith, presidente de Microsoft, Darío Gil, vicepresidente mundial de IBM y Máximo Torero Cullen, economista jefe de la FAO, en su calidad de “primeros firmantes de la ‘Rome Call’ , así como a los demás miembros de las distintas delegaciones presentes, el Papa Francisco afirmó:
Una ética compartida
El Pontífice recordó: “Tras la primera firma en el 2020, en el acto de hoy participan también las delegaciones judía e islámica, que miran a la llamada inteligencia artificial con una mirada inspirada en las palabras de la Encíclica Fratelli tutti. Su concordancia en promover una cultura que ponga esta tecnología al servicio del bien común de todos y del cuidado de la casa común es ejemplar para muchos otros”.
Herramientas cada vez más decisivas en la actividad humana
El Santo Padre afirmó que “somos conscientes de cómo la inteligencia artificial está cada vez más presente en todos los aspectos de la vida cotidiana, tanto personal como social”, puesto que afecta “a la forma en que entendemos el mundo y a nosotros mismos”. Dijo también que “las innovaciones en este campo hacen que estas herramientas sean cada vez más decisivas en la actividad humana e incluso en las decisiones humanas”.
Que la algorética esté cada vez más presente
Francisco destacó que “toda persona debe poder disfrutar de un desarrollo humano y solidario, sin que nadie quede excluido”. Por tanto, manifestó que hay que “estar vigilantes y trabajar para que el uso discriminatorio de estos instrumentos no se arraigue a costa de los más débiles y a expensas de los excluidos”. Y añadió textualmente:
Paso hacia la promoción de una antropología digital
El Pontífice añadió que la Rome Call puede ser “una herramienta útil para un diálogo común entre todos, con el fin de fomentar un desarrollo humano de las nuevas tecnologías”. Y reiteró que "en el encuentro entre diferentes visiones del mundo, los derechos humanos constituyen un importante punto de convergencia en la búsqueda de un terreno común.
En la actualidad, además, parece necesaria una reflexión actualizada sobre los derechos y deberes en este ámbito. En efecto, la profundidad y la aceleración de las transformaciones de la era digital plantean problemas inesperados, que imponen nuevas condiciones al ethos individual y colectivo" (Discurso a la Asamblea Plenaria de la Pontificia Academia para la Vida, 28 de febrero de 2020)”.
Expresándoles su apoyo por la generosidad y el dinamismo con los que se han o comprometido, antes de despedirse el Papa los invitó “a continuar con audacia y discernimiento, buscando caminos que conduzcan a una participación cada vez más amplia de todos los que tienen en el corazón el bien de la familia humana”. Tras invocar sobre los presentes la bendición de Dios “para que su camino se desarrolle con serenidad y paz, en un espíritu de cooperación”, Francisco les pidió que no se olviden de rezar por él.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí