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Benedetta Capelli - Ciudad del Vaticano

La Pascua muestra que "un nuevo camino es posible: un camino de perdón y libertad, que nos permite humildemente ver a Dios en los demás, incluso en nuestros enemigos". Este es uno de los pasajes del mensaje de Pascua a los líderes políticos de Sudán del Sur, firmado conjuntamente por el Papa Francisco, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el moderador de la Iglesia de Escocia, Jim Wallace.

"Este camino", leemos, "conduce a una nueva vida, tanto para nosotros como personas como para aquellos a los que guiamos". Estas palabras se producen en medio de un nuevo recrudecimiento de la violencia en Sudán del Sur, denunciado por Naciones Unidas, y que está afectando especialmente la ciudad de Leer, en el estado de Unidad, donde más de 70 personas han muerto desde febrero y unas 40.000 se han visto obligadas a huir.

Nuevos caminos

"En este tiempo de Pascua -continúa el mensaje- escribimos para compartir con ustedes nuestra alegría al celebrar la resurrección de Jesucristo". "Nuestra oración", dicen los tres líderes religiosos, "es que vuelvan a abrazar este camino, para discernir nuevas vías en medio de los desafíos y luchas de este tiempo". La esperanza dirigida a los políticos sursudaneses, llamados a dirigir el país, es que la población pueda experimentar "la esperanza de la Pascua". Por último, recordó la peregrinación por la paz prevista para el verano. "Esperamos con placer visitar su gran país", concluía el mensaje.

Un viaje muy esperado

El 3 de marzo, la Oficina de Prensa del Vaticano confirmó el viaje del Papa a Sudán del Sur, país que visitará después de visitar la República Democrática del Congo. El viaje está previsto del 5 al 7 de julio, con una parada en Juba. Esta joven nación, nacida de una sangrienta guerra con Sudán que terminó con la declaración de independencia en 2011, siempre ha estado en el corazón de Francisco. Una nueva página marcada por las dolorosas consecuencias del conflicto y la dramática situación humanitaria. Precisamente por ello, en abril de 2019 Francisco convocó a las máximas autoridades religiosas y políticas sursudanesas a la Casa Santa Marta junto al arzobispo de Canterbury para un retiro espiritual ecuménico. La mayor confesión religiosa del país es la anglicana. La iniciativa terminó con el Papa besando los pies de los líderes sursudaneses para pedir la paz. La idea de un viaje a Sudán del Sur ya se había avanzado en 2017, cuando Francisco se reunió con la comunidad anglicana en Roma en la iglesia de Todos los Santos.