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Michele Raviart - Gozo

La voz invitó a rezar "tres avemarías, una por cada día en que mi cuerpo permaneció en la tumba". Quien lo escuchó el 22 de junio de 1883 fue Carmela Grima, una campesina de la isla de Gozo. Le confió el prodigioso suceso a su amigo Francesco Portelli, quien reveló a la joven que había escuchado las mismas palabras y cerca del mismo lugar: la Iglesia de Ta' Pinu, que ahora es un Santuario y a donde irá el Papa Francisco por la tarde del primer día dsu viaje apostólico a la República de Malta.

La Iglesia "de Pino"

Fundada como una pequeña capilla en el siglo XVI, el mensajero apostólico de la época, Pietro Duzina, ordenó su demolición en 1575 debido a su grave estado de abandono. El accidente de un trabajador, que se rompió el brazo durante los trabajos de demolición, fue interpretada como una señal y las obras se interrumpieron hasta que un tal Pino Gauci la compró, la restauró y colocó un icono de la Virgen María. La iglesia era, de hecho, "di Pino" - "ta' Pinu" en maltés- y, tras permanecer cerrada durante unos doscientos años, volvió a florecer con la difusión de la noticia del suceso ocurrido a los dos videntes, que entretanto habían obtenido curaciones milagrosas.

Esperando la llegada del Papa

El Santuario es ahora el lugar de peregrinación más importante del archipiélago, construido con las típicas piedras amarillas maltesas extraídas de las paredes rocosas de Gozo y, desde 2017, embellecido por los mosaicos del padre Marco Ivan Rupnik que representan, en la plaza frente a la Basílica, los veinte misterios de la vida de Jesús y María. El Papa Francisco, el segundo Pontífice que visita el Santuario después de San Juan Pablo II en 1990, comenzará su encuentro de oración rezando tres Avemarías como hacen los peregrinos malteses. Será, explica monseñor Anthony Teuma, obispo de Gozo, "uno de ellos".

¿Cómo se está preparando la llegada del Papa Francisco?

Esta es un poco nuestra casa y por eso para nosotros es como recibir al Papa en dentro casa, porque aquí venimos con nuestras penas, con nuestras fatigas. Venimos aquí a compartir con nuestra Madre nuestras dificultades, nuestros problemas y también venimos aquí a dar gracias, a rezar y también a pedir la ayuda de nuestra Madre para ser siempre como ella, verdaderos discípulos de Jesús. Al final esto es lo que más cuenta. Para nosotros, el hecho de que el Papa venga aquí como peregrino, como hacemos nosotros a menudo, está en primer lugar en su "línea" de estar con la gente, de ser como la gente y de ser uno de nosotros. Lo sentimos mucho como uno de nosotros, porque el Papa viene a rezar ante la imagen de Nuestra Señora de Ta' Pinu como lo hacemos todos. Sabemos que el Papa confía mucho y encomienda a todo a la Virgen, especialmente las dificultades y los problemas. Hace unos días vivimos la consagración al Corazón Inmaculado de María de Ucrania y Rusia. Así que es una oración por la paz. Esto significa que, como el Papa, también nosotros queremos crecer en la confianza en la Madre.

Ha hablado de la consagración de Rusia y Ucrania al Corazón de María. Desde su punto de vista, ¿cuál es la percepción de Malta sobre lo que está ocurriendo en Ucrania? Pienso sobre todo en la emigración, que tiene una historia importante en este país...

Creo que para nosotros esta situación es una llamada más a abrir nuestros corazones, no sólo a nivel espiritual e ideológico, sino también a nivel práctico y concreto. Es decir, abrir los corazones, lo que a nivel práctico se traduce en abrir las puertas de nuestras casas y abrir nuestros bolsillos. Por tanto, ayudar a la gente concretamente, como dice el Papa Francisco. Ayudar a los últimos, a los pobres, al emigranten que es uno de los signos más reales y verdaderos de un discípulo de Jesús.

¿Cuál es la especificidad de este santuario mariano, también con respecto a la historia de la isla?

Para nosotros, para el pueblo maltés y para el pueblo de Gozo, María ha sido siempre esa Madre que interviene particularmente en los momentos más difíciles, no sólo en la vida personal privada de la familia, sino también a nivel nacional. Hay varios episodios en la historia de la nación como el gran asedio de 1565, donde la intervención de la Madre fue importante, precisamente el 8 de septiembre, día de su nacimiento.