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Giampaolo Mattei - Ciudad del Vaticano

En la mañana del sábado 29 de mayo, el Papa Francisco recibió en audiencia a la delegación de Athletica Vaticana que dentro de una semana, el sábado 5 de junio, estará en la República de San Marino para participar en el Campeonato de Atletismo de los Pequeños Estados de Europa. La delegación de la asociación deportiva vaticana, acompañada por el cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio de la Cultura, fue recibida por el Papa, poco después de las 11 horas, en la biblioteca privada del Palacio Apostólico. Es significativo e importante que haya un equipo deportivo en el Vaticano porque, dijo el Papa hablando espontáneamente en estilo familiar con "sus" atletas, a la Iglesiale importa todo lo que es humano y lo que concierne al hombre. Y el deporte, el juego, es una dimensión central en la vida cotidiana de las personas, tanto que puede considerarse como "sacramental de la belleza".

Precisamente sobre la experiencia deportiva como auténtica belleza y como "mística de equipo", Francisco insistió, recordando que en Buenos Aires hay una forma de decir "morfarse la pelota", que significa "comerse la pelota", con respecto a quienes van por su cuenta y no piensan en el grupo.

El Papa sugirió entonces a Athletica Vaticana, "su" equipo, que viviera siempre un estilo comunitario, entrenando juntos, corriendo juntos, sin perder nunca de vista la dimensión amateur de la actividad deportiva. Y también confiando, precisamente en el espíritu amateur, el asombro cuando se entera de que un jugador ha costado tantos millones de euros.

El Pontífice regaló a cada representante de Athletica Vaticana el libro El deporte según Papa Francisco 鈥� Carta abierta a un atleta olímpico, publicado por La Gazzetta dello Sport (editado por Pier Bergonzi y Don Marco Pozza) que, en varios idiomas, se distribuirá en la sede olímpica de Tokio. En la entrevista con el diario deportivo italiano, el Papa también se refirió a la experiencia de Athletica Vaticana.

El Santo Padre recibió simbólicamente un bastón de mando para la carrera de relevos, de color blanco, con la significativa inscripción en latín Simul Currebant - el "lema" de la Athletica Vaticana en referencia al pasaje del Evangelio de Juan (capítulo 20, versículo 4): Pedro y Juan "corrían juntos" en la mañana de la Resurrección.

El bastón de mando, que Francisco autografió, como en una carrera de relevos, será entregado, en el Estadio de San Marino, a los representantes de los Pequeños Estados de Europa. Aunque para la emergencia sanitaria y social no todos los 18 Estados estarán presentes en el Campeonato.

"Athletica Vaticana sale a la pista entre los "pequeños" Estados de Europa en una dimensión, la de la "pequeñez", que tiene, ahora más que nunca un gran significado" dijo el Cardenal Ravasi. "Aunque hoy en día no faltan tensiones entre algunos "pequeños" Estados, el deporte puede ser, como siempre desde su nacimiento como experiencia humana, un lugar de encuentro y de conocimiento mutuo que hace caer los prejuicios y las hostilidades y, a través del diálogo entre las diferentes culturas y religiones, crea la amistad entre los hombres y los pueblos hasta correr juntos - simul currere - hacia el objetivo común que es la paz".

Como invitada de San Marino, Athletica Vaticana participa en el primer evento internacional junto a pueblos que, no sólo deportivamente, no tienen el gran protagonismo, para testimoniar concretamente la "cultura de la fraternidad" y construir puentes de amistad y diálogo.