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Misa de Kyaikkasan Ground en Yangon durante el Viaje Apostólico del Papa a Myanmar. Misa de Kyaikkasan Ground en Yangon durante el Viaje Apostólico del Papa a Myanmar. 

Papa Francisco: el 16 de mayo una misa por los fieles de Myanmar en Roma

La celebración que presidirá Francisco en la basílica vaticana se produce después de numerosos llamamientos al diálogo y a la reconciliación en el país, el último en el Regina Coeli del 2 de mayo.

Adriana Masotti - Ciudad del Vaticano

El anuncio llegó a primera hora de la tarde desde la Prefectura de la Casa Pontificia: el Papa Francisco celebrará una misa para la Comunidad de fieles de Myanmar que residen en Roma. La celebración tendrá lugar el próximo 16 de mayo, solemnidad de la Ascensión, a las 10 horas, en el Altar de la Cátedra de San Pedro. En en Regina Coeli del pasado domingo, hablando de la tradicional devoción mariana en el mes de mayo y de la iniciativa del Rosario que involucrará a los principales santuarios del mundo, Francisco mencionó al país alabando la iniciativa de la Iglesia birmana. "En este contexto -dijo- hay una iniciativa muy cercana a mi corazón: la de la Iglesia birmana, que nos invita a rezar por la paz reservando para Myanmar un Avemaría diario del Rosario. Cada uno de nosotros se dirige a nuestra Madre cuando está en necesidad o en dificultad; nosotros, en este mes, pedimos a nuestra Madre del Cielo que hable a los corazones de todos los responsables de Myanmar para que encuentren el valor de recorrer el camino del encuentro, la reconciliación y la paz".

El Papa: que prevalezca el diálogo

El Papa Francisco ha hecho numerosos llamamientos al diálogo y a la paz desde que el ejército derrocó al gobierno de Aung San Suu Kyi el 1 de febrero y tomó el control del país. Las protestas de la población, que salió a la calle en varias ocasiones contra el golpe militar, han provocado enfrentamientos y violencia con decenas y decenas de muertos. El Papa ha pedido en repetidas ocasiones a los manifestantes que no emprendan acciones violentas y a las autoridades que no repelan a los manifestantes con el uso de la fuerza. "Que el diálogo prevalezca sobre la represión y la armonía sobre la discordia, y que la comunidad internacional preste la ayuda necesaria para que las aspiraciones del pueblo de Myanmar no se vean ahogadas en la violencia", había dicho el Papa Francisco en su audiencia general del 17 de marzo. Pero había utilizado una expresión aún más fuerte diciendo: 

“Una vez más y con tanta tristeza siento la urgencia de evocar la dramática situación de Myanmar, donde tantas personas, especialmente jóvenes, están perdiendo la vida para ofrecer esperanza a su país. Yo también me arrodillo en las calles de Myanmar y digo: basta de violencia. Yo también extiendo mis brazos y digo: que prevalezca el diálogo. El derramamiento de sangre no resuelve nada. Que prevalezca el diálogo.”

Los jóvenes de Myanmar y la esperanza en un futuro de paz

Y el 3 de marzo, de nuevo en la audiencia general, el Papa volvió a acordarse de la población de la antigua Birmania, de donde habían llegado noticias de graves tensiones, con la esperanza de una solución pacífica. Sus pensamientos se dirigieron en particular a los jóvenes y dirigentes detenidos: 

“Deseo llamar la atención de las autoridades implicadas, para que el diálogo prevalezca sobre la represión y la armonía sobre la discordia. También hago un llamamiento a la comunidad internacional para que se esfuerce por garantizar que las aspiraciones del pueblo de Myanmar no se vean ahogadas por la violencia. Que a los jóvenes de esa querida tierra se les conceda la esperanza de un futuro en el que el odio y la injusticia dejen paso al encuentro y la reconciliación. Por último, reitero el deseo que expresé hace un mes: que el camino hacia la democracia emprendido en los últimos años por Myanmar se reanude mediante el gesto concreto de la liberación de los distintos líderes políticos encarcelados.”

También más recientemente, en el mensaje Urbi et Orbi del domingo de Pascua, Francisco había expresado su cercanía a los jóvenes del país asiático que, según dijo, "están comprometidos con la democracia, haciendo oír su voz pacíficamente, conscientes de que el odio sólo puede disiparse con el amor".

El deseo de una convivencia democrática armoniosa

En el Ángelus del domingo 7 de febrero, pocos días después del golpe militar, uno de los primeros llamamientos: 

“En este momento tan delicado, deseo asegurar de nuevo mi cercanía espiritual, mi oración y mi solidaridad al pueblo de Myanmar y ruego que quienes tienen responsabilidades en el país, se pongan con sincera voluntad al servicio del bien común, promoviendo la justicia social y la estabilidad nacional para una armoniosa convivencia democrática.”

Y al día siguiente, dirigiéndose al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, hablando de las consecuencias de la pandemia, de la cuestión medioambiental y de las tensiones políticas presentes en diversas partes del mundo, recordó que la fraternidad es el verdadero remedio para las crisis y las divisiones actuales. Entre los conflictos en curso, recordó la situación de Myanmar, donde un golpe de Estado interrumpió repentinamente el avance del país hacia la democracia. En esa ocasión dijo:"Ha provocado el encarcelamiento de varios dirigentes políticos, que espero sean liberados con prontitud, como señal de estímulo al diálogo sincero por el bien del país".

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04 mayo 2021, 13:05